27 de Septiembre de 2016 | 20:00 hs.
Psicoanálisis y Derechos Humanos
El hombre como estrago para una mujer
Auditorio
Segunda noche
La mujer como estrago de un hombre
Este dispositivo es parte del proyecto clínico de la Facultad de Psicología, Cátedra Freud I- Titular: Osvaldo Delgado, en el Hospital de Clínicas Universitario (UBA).
Presentan: Licenciada Valeria Casali y Nicolas Dedovich
Comenta: Silvia Ons, responsable del Departamento de psicoanálisis y filosofía.
Coordina: Susana Amado
La temática de la violencia familiar puede ser enfocada desde distintas perspectivas, que van desde la descripción fenoménica con aportes estadísticos a las implicancias conceptuales de raigambre jurídica, psicológica, sociológica y asistencial.
Las violencias en sus diferentes formas interpelan al conjunto de la sociedad y al mismo tiempo piden respuestas a las instituciones, entre ellas al hospital y a la práctica hospitalaria. Es allí donde confluyen diferentes modalidades de intervención: la medicina, el derecho, la mediación, el trabajo social, el psicoanálisis.
Enfocaremos este tema no sólo como un problema que necesita solución sino también como un amplio interrogante teórico - práctico en donde es posible encontrar variedad de respuestas. Al mismo tiempo intentaremos abordar las diversas limitaciones con las que nos encontramos en la práctica. Sabemos que la violencia y la razón configuran dos campos de mutua exclusión. La violencia es lo que está por fuera de la palabra. Pero no solo de la palabra como artilugio comunicativo, sino por fuera de toda coordenada simbólica: la violencia atenta contra el orden del estado y de la producción económica. La violencia desordena.
Hay una afirmación de Lacan -muy conocida por los psicoanalistas- y comprobaba en la clínica: el hombre para una mujer puede ser una aflicción o algo peor: un estrago. Los hechos de violencia dirigidos al ser femenino actualizan día a día esta fórmula pero aún sin llegar a tales casos extremos, la devastación que puede provocar en ellas el amor basta para ejemplificarla. Claro que conviene distinguir la aflicción del estrago, si la aflicción remite a pesar, pena, dolor, pesadumbre, tristeza, congoja, amargura, desazón, cuita, duelo, consternación, tribulación, abatimiento, desolación, desconsuelo, desesperación, sufrimiento, mortificación, tormento, tortura, quebranto, agonía, ahogo, sinsabor, carga, contrariedad, el estrago es mucho más extenso ya que habla de ruina, de destrucción e incluso es usado en ocasión de delitos. Fue Lacan, mucho más que Freud quien, adentrándose en la singularidad del goce femenino pudo advertir los efectos que puede llegar a tener el partenaire en sus vidas.
Susana Amado, Silvia Ons
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