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Lecturas Comité Scilicet.EOL
 

Boletín N°9

Nuestra Lectura
"En la lectura, la amistad a menudo nos devuelve la primitiva pureza."
Marcel Proust

 

Editorial
"Lo que en psicoanálisis llamamos «responsabilidad del sujeto» e «invenciones del sujeto» se denominan, en este nuevo orden social, evaluación, adiestramiento, auto-ayuda, tendiendo a lograr vencer los padecimientos en soledad, porque nos enteramos, por distintas redes, de cómo supuestamente otros lo hacen". De este modo se expresa Beatriz Udenio en su texto: "La dignidad de la fobia", que hoy nos comenta Verónica Carbone.

A su vez, Silvia Bermúdez, destaca en su comentario del trabajo sobre "Melancolía" de Alejandra Glaze, que la autora nos sumerge en un recorrido riguroso e inédito donde entrelaza teoría, praxis, política, ética y estética; y sus avatares de acuerdo a las épocas.

Susana Amado
Responsable del Comité de Acción de la Escuela Una Scilicet-EOL
Colaboradores: Adriana Testa y Gerardo Arenas

 

Beatriz Udenio: "La dignidad de la Fobia"
Verónica Carbone

Encarar la fobia preguntándose por su dignidad es, de por sí, un objetivo valiente, pues de alguna manera implica, una petición de principios, una aporía o un concepto que trae por debajo una contradicción. ¿Cómo solucionar el conflicto en que este pensar nos embarca? La dignidad no podría ser separada de la ética. Y la metodología de nuestro quehacer debería recuperar el rigor de los primeros maestros cuya búsqueda de la verdad era autónoma de los intereses comerciales que guía hoy el intento de clasificar y agrupar en grupos las conductas, banalizándolas para facilitar su "tratamiento" mediante los químicos y propuestas grupales cuya venta masiva fomentan.

Dicha banalización implica la indignidad de la fobia, porque aislándola de sus causas ya teorizadas por Freud y Lacan, las clasifica como "trastornos", es decir, este concepto enfatiza como tácitamente indeseable, una conducta que transgrede la pretendida "normalidad" del entorno. Se pretende mediante cierto atontamiento de los químicos y ciertos abordajes conductuales una manera de ser homogénea más permeable a las variantes del consumo masivo. Y como decía Sartre la estupidez es una de las maneras de la opresión.

Este artículo rescata la tenacidad de Freud y Lacan en darle a este síntoma el estatuto de paradigma del síntoma neurótico. "La ética psicoanalítica –nos señala Udenio– no consiste en decirle al sujeto cómo debe erigir y transitar su orden simbólico ya que habrá una relación siempre única que cada sujeto deberá captar entre eso irreductiblemente opaco que origina su angustia y lo que allí podría advenir como deseo".1 Resta recordar el concepto de placa giratoria de Lacan, en El Seminario, libro 16, que nos asegura la neurosis. Las consecuencias de rescatar la dignidad del concepto para puntualizar lo que es una fobia de aquello que no lo es.

En tan pocos caracteres Beatriz Udenio logra aproximar la fobia a su dignidad que hacen al criterio diagnóstico y consecuencias clínicas.

Notas
1. Lacan, J., El Seminario, libro 10. La angustia, Paidós, Buenos Aires, 2006. Referencia de Beatriz Udenio en la que señala a la angustia como antesala del deseo.

 

Alejandra Glaze: "Melancolía"
Silvia Bermúdez

La trama singular que ha trazado la autora, nos sumerge en un recorrido riguroso e inédito sobre el tema, donde entrelaza teoría, praxis, política, ética y estética; y sus avatares de acuerdo a las épocas.

Diseña, en el último párrafo, un movimiento que va desde "la traza de Durero, la del hombre ensimismado y silencioso hasta el melancólico hipermoderno, el que puede saltar al vacío guiado por el odio «único sentimiento lúcido» que da alguna consistencia al Otro también en ruinas y que deja al sujeto en su dimensión de puro objeto de desecho, en la batalla perdida por un duelo imposible".

En otros términos; marca el trayecto mismo de todo su trabajo, abordando los antecedentes históricos del concepto, sus representaciones en el arte y la literatura, como así también las diferencias entre la tradición melancólica con la melancolía clínica que, sin embargo, poseen un punto de acuerdo: ambas designan una fragilidad de la verdad. Así, arriba al siglo XXI hípermoderno, signado por la aceleración que conlleva a un empuje a actuar más allá de los límites.

Formulo, entonces, una interrogación ¿qué de los sujetos melancólicos en este nuevo orden simbólico? Y encuentro una orientación, en un detalle, que es el nudo del texto, a mi entender: "si no será el momento de hacer un elogio a la melancolía, ya que el mismo melancólico es quien revela lo que implica la relación con Otro que no existe y con la debilidad simbólica que hunde al sujeto en un goce que es un verdadero desvarío en la época que el síndrome depresivo ha despreciado la finura diagnóstica de estructura". Deja zanjada la diferencia entre melancolía y la epidemia depresiva epocal, y vale resaltar la importancia del "arte de diagnosticar" en su relación de oposición con el estándar clasificatorio y sus consecuencias subjetivas.

En este siglo donde el discurso científico evidencia en la melancolía la debilidad operatoria de los semblantes, el psicoanálisis lacaniano comparece, toma partido. Alejandra Glaze lo testimonia desde su praxis: una melancólica particularmente "genial" dice de sí misma: "Soy una testigo de identidad protegida", armando su vida en torno al secreto, la mentira y la acumulación de bienes, cubriendo la indignidad que la habita, sin jamás detenerse frente al acto, supliendo así un destino de desecho".