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El cartel
El cuaderno de navegación

N°10 - Julio de 2007
II Coloquio seminario de los Carteles
"La clínica de S. Freud y La clínica de J. Lacan, sus impasses"
Actividad central de los Carteles de la EOL Sección Rosario
 

Organizan el Coloquio- Seminario: Oliden Rubén Lopez( Responsable), Jorge D´Angelo, Graciela Tomassone, Daniel Perretta y Mónica Roveri.

La repetición con relación a lo real - Ps. Silvia Botta

Este trabajo fue presentado en el marco correspondiente al Cartel "Los fundamentos del psicoanálisis y la clínica"

Situados en 1964, en el Seminario 11 de Lacan llamado Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, en el contexto de aquello que dio en llamar su excomunión, Lacan hace un llamado al amarre a los conceptos freudianos, se corre de todo rechazo personal y se enfoca a dejar de lado " el rechazo al concepto".

Nos detendremos en un breve recorrido de la repetición como concepto fundamental marcando dos momentos de la enseñanza de Lacan:
1- el automatismo de repetición
2- la repetición unida a la pulsión

Lacan se preocupa en establecer diferencias entre los siguientes términos:
insistencia, memoria , rememoración, reminiscencia, repetición.

Antes de 1964, Lacan ya había teorizado sobre la "compulsión de repetición" freudiana elaborada en la segunda tópica en su escrito "Más allá del principio del placer", que es evocada por Lacan como "automatismo de repetición" fundamentalmente en su Seminario 2 "El yo en la teoría freudiana" ( capítulos 15 y 16 llamados "¿Par o impar? Más allá de la intersubjetividad")

Llama automatismo de repetición en su primera enseñanza, anterior a 1964, porque el acento lo pone en el automatismo, dejando de lado la referencia a la pulsión. En esta primera época, nos habla de la determinación inconsciente, dada en la cadena significante S1, S2.

En la Carta robada considera el automatismo de repetición como determinación simbólica, donde la primera tirada es azarosa y a partir de allí se establece una lógica, una legalidad.

Es decir toma el automatismo de repetición de Freud bajo la impronta del significante: hay una ley de la determinación simbólica.

Es en el Seminario 11, en la clase "De la red de significantes" dónde avanza sobre el modo en que entiende la función de la repetición

A partir del Seminario 11 Lacan que venía hablando de automatismo de repetición, quitándole así de algún modo el enlace con la pulsión que le había dado Freud en "Más allá del principio del placer", va a dejar de lado el automatismo como retorno e insistencia de la cadena significante, para hablar de la repetición.

Por un lado dirá que una cosa es el automatismo ( esto es lo sostenido en La Carta Robada y en el Seminario 2) como retorno de los signos, insistencia de la cadena significante y otra cosa es la repetición.

Es el momento en el cual Lacan empieza a usar la lógica modal, es una lógica que no se formula por enunciados V o F, sino que permite plantear de que "modo" eso es posible, es decir permite salir del ámbito de lo necesario.

Entonces va a quedar del lado del automatismo: lo necesario, lo que retorna, la insistencia de la cadena significante bajo la dimensión de la ley simbólica, el síntoma bajo su cara significante.

Y empezará a decir que la repetición es otra cosa, -ya no ligada al automatismo- sino la repetición en su entronque pulsional.

Es que desde 1964 Lacan empieza a darle un lugar a la lógica estoica, se refiere a ellos como los viejos estoicos. Son los que enseñaron en la stoa poikilé o Pórtico de las pinturas y toman su nombre del lugar donde su voz se hace escuchar: stoa.

fundamentalmente los griegos: Zenón, Cleantes, Crísipo que plantearon en el siglo IV –III A.C. , una ética y una lógica diferente a la aristotélica

Delleuze en "La lógica del sentido"dice que para los estoicos hay dos tipos de cosas: los cuerpos y los acontecimientos

En los cuerpos la temporalidad (elemento fundamental en la lógica estoica) es del orden del presente, un presente que incluye el pasado y el futuro, tanto el pasado como el futuro aparecen como ya dados, una temporalidad ya explicitada en la cual podemos encontrar las causas y el destino.

En cuanto a los acontecimientos están los incorpóreos, donde se juega la temporalidad del instante "Aion" lo llama Delleuze, es una temporalidad - la del acontecimiento- inaprensible puesto que si lo pude aprehender, es pasado y si lo voy a aprehender, es futuro y ubica en este lugar a los efectos, nunca las causas.

De los silogismos aristotélicos, Lacan toma el silogismo modal, que no sigue la lógica presentada en los silogismos asetóricos que pertenecen al ámbito de lo necesario, es decir dadas determinadas cosas necesariamente obtengo otras.

En la lógica modal Aristóteles se pregunta por el ámbito de lo posible, aquello que ya no está en la esfera de lo necesario.

Lacan distorsiona la lógica Aristotélica, pero de ella parte y lee a los estoicos que sostienen un pensamiento anapodíctico, es decir partiendo de tales premisas no necesariamente se llega a ciertas conclusiones.

Si no se está en el ámbito de lo necesario, sino de lo posible, entonces puede ser pensado: lo necesario-lo contingente- lo posible-lo imposible-

Esto permite a Lacan la salida de la repetición como cadena significante, que no accede por medio de la interpretación, al núcleo que a la altura del seminario 7 La ética llama Das Ding

Hasta el Seminario 11 Los Cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis , Lacan trabaja la repetición freudiana como un trabajo de lo simbólico, la insistencia de la cadena significante, hacia el final del Seminario 2 dice "la pulsión de muerte es la máscara del orden simbólico, es la manera metafórica que tiene Freud de hablar de la insistencia del orden simbólico "

Es en el seminario 11 donde las operaciones simbólicas del sujeto marcan una posición con respecto a lo real; un imposible de simbolizar, una pérdida en el cuerpo, que llamará : objeto a

Dice Lacan :"Este es por excelencia el modo de aprehensión que entraña el nuevo desciframiento que hemos propuesto de las relaciones del sujeto con lo que constituye su condición"

En este seminario Lacan trabaja, su perspectiva de la repetición ligada a la pulsión, dándole una torsión particular a los conceptos aristotélicos de tyche y automaton.

Aristóteles en la Física, trabaja los términos tyche y automaton con relación a la causa, términos traducidos por azar y fortuna.

Tyche y automaton tienen que ver con lo excepcional, con aquello que no es regular, necesario que ocurra, pero que sin embargo produce una regulación, una legalidad. A partir del Seminario 11, tyche ya no está asimilado a la figura de la muerte, lo destinal, sino como el encuentro del real, encuentro siempre fallido pero con efectos, produce acontecimientos y allí es donde aparece la lectura de los estoicos.

Así tyche para Lacan es el encuentro con lo real y es, el más allá del automaton que es encontrado en la insistencia de la cadena significante.

"Lo que se repite, en efecto, es siempre algo que se produce – la expresión dice

bastante sobre su relación con la tyche – como el azar."

Así lo real, la tyche es aquello que como el azar aparece como imposible de ser sometido a una legalidad pero a la vez hace causa "y le impone un origen al parecer accidental"

En el Libro II de la Física ,Aristóteles habla del azar (automaton) y de la fortuna ( Tyche) y cómo éstas se dan en lo que llama " la vida práctica" y el ejemplo que da es el siguiente: un caballo escapado, encuentra por azar a su amo (corresponde automaton para el caballo) y el amo encuentra al caballo por fortuna (tyche)

Automaton es traducido por casus, espontaneidad, azar en general. El automaton, dice Santo Tomás, se produce a natura. Si un trípode cae sin inconvenientes sobre sus tres patas, cayó espontáneamente.

La tyche es traducida por fortuna, es el azar en el ámbito de la actividad humana, Santo Tomás dirá que ella es producida de secumdum electionem, de segunda intención. Hay suerte, fortuna, tyche, cuando voy al mercado a comprar alimentos y encuentro allí un deudor que me paga una vieja deuda

Para Lacan la tyche toma el valor del encuentro con lo real, ese real que desvelaba a Freud, lo piensa como el clinamen de Epicúreo, la inclinación, la desviación que sorprende, en un momento y en un lugar determinado en que se produce el encuentro con lo real.

En el ámbito de los efectos el psicoanálisis lee aprèe coup, no es del lado de las causas sino de lo que hace causa, que no queda en lo necesario y destinal del sujeto, sino en la contingencia del acontecimiento que como efecto produce un sujeto que como dice Lacan vive su drama: "El drama del sujeto en el verbo, es que en él se pone a prueba su carencia de ser..."

La repetición y la angustia, señal de lo real.
La angustia, señal de lo real. La angustia, entre la x y el deseo - Liliana Bernacchia (trabajo realizado en conjunto con Alba Maina y Teresita Robino)

Intentamos situar la función de la angustia según Lacan en el Seminario 10, para el uso que podemos hacer de ella los analistas.

Comentamos el párrafo de la página 174, del mismo Seminario, donde sitúa la angustia como señal de lo real tal como se presenta en la experiencia analítica y como una señal que no engaña.

Por la operación de división del Otro a través de la interrogación del sujeto, Lacan va descubriendo un término que no es significante: el resto, lo irreductible del sujeto, el pequeño a, producto de esa operación. De este a es señal la angustia. Es un momento lógicamente anterior al deseo.

Miller califica al Seminario 10 como "atelier", como taller del Seminario 11, especialmente en este tema. En el Seminario "Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis" Lacan formulará los mecanismos de alienación y separación con la producción del pequeño a.

En el Seminario "La angustia" el a es un objeto no especularizable, que implica un estatuto nuevo del cuerpo y otra estructura de la falta. Una estructura no significante donde la función del corte separa un resto que no es significable.

La angustia, entre x y el deseo.

Va a situar la angustia señal de que habló Freud (Inhibic. Sínt. Y Ang.)para indicarnos a los analistas el uso que podemos hacer de la función de la angustia.

"Sólo la noción de real, en la función opaca que es aquella de la que les hablo para oponerle la del significante, nos permite orientarnos. Podemos decir ya que ese etwas (algo) ante el cual la angustia opera como señal es del orden de lo irreductible de lo real. Fue en este sentido que osé formular ante ustedes que la angustia, de todas las señales, es la que no engaña.

De lo real, pues, del modo irreductible bajo el cual dicho real se presenta en la experiencia, de eso es la angustia señal. Tal es hilo conductor al que les he pedido que se aferren para ver a dónde nos conduce."

Agregamos lo que sigue: "Este real, su lugar puede inscribirse con ayuda del signo de la barra, en la operación de división."

En este seminario Lacan elige la angustia como una vía de acceso a lo Real. Vía de acceso al objeto pequeño a (un objeto no como los demás).

Entre el Sem. 1 y 6, primeros años, Lacan abordaba lo real por el significante. (signficantización generalizada de la experiencia analítica) en el Seminario de la Angustia empieza a aclararse y detallarse otro Lacan. Se enfrenta a lo que dijo, hay vueltas en la reflexión. En el X apunta a lo real por via del objeto, va descubriendo un término que no es significante. Aporta una llave; la de una división del Otro a través de la interrogación del sujeto.

A / S x

a A tachado angustia

$ deseo

La x representa la pregunta del sujeto.

Digamos que el sujeto lleva a cabo una primera operación interrogativa en A ¿cuántas veces? Entonces surge una diferencia entre el A respuesta y el A dado algo que es el resto, lo irreductible del sujeto. Es a. El a es lo que permanece irreductible en la operación total de advenimiento del sujeto al lugar del Otro y ahí es donde adquirirá su función. En tanto que es la caída, por así decir, de la operación subjetiva, en ese resto reconocemos estucturalmente, el objeto perdido. Con esto nos enfrentamos, por una parte en el deseo, por otra parte en la angustia. Nos enfrentamos con ello en la angustia en un momento lógicamente anterior al momento en que lo hacemos en el deseo.

Es decir que tanto la angustia como el pequeño resto no son significantes. Pequeño a es la prueba de la alteridad del Otro.

Para connotar los tres pisos de la operación de la división, diremos que aquí hay al principio una x que sólo podemos nombrar retroactivamente que es el acceso al Otro, el punto de mira esencial en el que el sujeto debe situarse. Aquì tenemos el nivel de la angustia, constitutivo de la aparición de la función a. El sujeto barrado, como deseo aparece en tercer término.

Ahora en relación al Seminario ll: lo que leemos sobre la división subjetiva en el 10, es lo que formulará en los esquemas de alienación y separación.

Por eso es el "atelier" de Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. El sujeto barrado es el sujeto marcado por el significante pero agrega un término heterogéneo al significante que llama a.

Una de las posibilidades de la "disciplina del comentario" es, según entiendo, plantear preguntas al texto. Entonces: Qué Real? En este Seminario: la adecuación de los nombres con las cosas no está dada, y de ese modo el Seminario explora la falla entre lo simbólico y lo real. Para las TCC. La angustia es un trastorno que obstaculiza el acceso a lo real, mientras que este Seminario trata las cosas a la inversa: la angustia es, en él una vía de acceso a lo real. Lo que nos transmite este Seminario es: no se dejen sugestionar por la imagen ni adormecer por el significante en juego en la palabra.

Entonces, de qué angustia hablamos en el Sem X? la que es una vía de acceso al objeto pequeño a, acceso a aquello que no es significante. A medida que construye este objeto a, al mismo tiempo se descompone el nivel especular que sostiene el estadio del espejo. Es un objeto no especularizable. No se puede aprehender en la imagen que devuelve el Otro. Se puede decir que construye finalmente una nueva concepción de lo especular. La dimensión especular, en la que se despliega la operación del estadio del espejo, es la dimensión por excelencia en la que el pequeño a se reduce a cero. El campo especular es el campo en "que el sujeto está más asegurado frente a la angustia". Antes, lo que conocíamos de Lacan era esencialmente el cuerpo del estadio del espejo, un cuerpo susceptible de ser significantizado, pero, en el seminario de La angustia, hay una nueva estructura de la falta, una estructura no significante que pasa por la topología y que implica un estatuto inédito del cuerpo.

Es la ùnica ocasión donde Lacan restituye el cuerpo, con detalle en todas las que él llama sus particularidades anatómicas. La anatomía comporta la función del corte (término muy importante en el seminario X), Miller dice aquí hay que despertar ese término oponiéndolo al de rasgo. La función del rasgo se inscribe en el contexto de la aufhebung; Aufhebung remite a "La significación del falo", lo toma Lacan de Heguel para indicar lo significable, transforma en significante lo significable. La angustia se plantea como una vía alternativa a la aufhebung, para captar lo que no es significable, el resto de toda puesta en significantes o significantización. La función del corte separa un resto que, precisamente no es significable.

Cómo entra el significante en lo real, y cómo de eso nace el sujeto. O qué le permite al significante encarnarse? Se lo permite, de entrada lo que tenemos para presentificarnos los unos a los otros, nuestro cuerpo.

Es frecuente en este seminario la extracción por parte de Lacan de premisas estructurales que le sugiere la ana-tomía, dice él: función del corte. , es decir ligado a la disección. "La separtición fundamental – no separación, sino partición en el interior, he aquí lo que está inscrito desde el origen, y desde el nivel de la pulsión oral, en aquello que será la estructuración del deseo". Es un corte interno al campo del sujeto.

La mama está en cierto modo adherida, implantada sobre la madre. Es lo que le permite funcionar estructuralmente en el nivel del a, que se define por ser algo de lo cual el niño está separado de un modo interno, ala espera de su propia existencia. Hay pues en la organización mamífera dos puntos originales a distinguir. Está, por un lado, la mama en cuanto tal. La mama se convertirá ulteriormente en el objeto fantasmático. Por otra parte está, en otro lugar el punto de angustia, donde el sujeto tiene relación con su falta. Este punto no coincide con la mama. Se encuentra de algún modo, deportado al Otro, porque está, en la madre, suspendido de la existencia de su organismo.

He aquí lo que nos está permitido estructurar de una forma más articulada por la sola consideración de la fisiología. Esta nos muestra que el a es un objeto separado, no del organismo de la madre, sino del organismo del niño. …La relación con la madre, se sitúa más allá del lugar donde se ha jugado la distinción del objeto parcial en tanto que funciona en la relación del deseo.

El punto de angustia está en el Otro, en el cuerpo de la madre. El funcionamiento del deseo –o sea del fantasma, de la vacilación que une estrechamente al sujeto con el a, aquello mediante lo cual el sujeto se halla suspendido de ese a resto, identificado con él- permanece siempre elidido, oculto, subyacente a toda relación del sujeto con un objeto cualquiera y tenemos que detectarlo allí.

La relación del sujeto con el significante necesita la estructuración del deseo en el fantasma y el funcionamiento del fantasma implica una síncopa temporalmente definible de la función del a, que por fuerza se borra y desaparece en una determinada fase del funcionamiento fantasmático. Esta afanisis del a, la desaparición del objeto en tanto que éste estructura cierto nivel del fantasma, es algo cuyo reflejo tenemos en la función de la causa. Cada vez que nos encontramos ante este funcionamiento último de la causa, tenemos que buscar su fundamento y su raiz en este objeto oculto en tanto que sincopado. Síncopa:

"de todas las señales, es la que no engaña": El amor engaña: La via del amor, que Lacan ha seguido hasta entonces, lleva sobre el objeto simbólico, sobre el falo como símbolo del Deseo de la Madre, sobre el deseo como deseo del Otro. Mientras que la vía de la angustia, lleva al objeto real. Lo que es del orden de lo imaginario es susceptible de bascular en reflejos, sombras y lo simbólico se revela en su dimensión de semblante y ficción. Lo que no engaña, la ang. Es lo que no se deja significantizar, no se deja tomar en la Aufhebung. Es el resto real. Es una señal de lo real, si no engaña designa la Cosa, das Ding., designa el goce.