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La Escuela
Asamblea y Congresos Ordinarios

XX Asamblea General Ordinaria de la EOL
 

Palabras del Presidente saliente Diana Wolodarsky

Nada mejor que al concluir y dar paso a lo nuevo que, pocas palabras.
Una primera: gracias. Gracias por haber confiado.
Estos 6 años en el CE se añaden a tantos otros de mi compromiso de trabajo en la EOL y de un deseo que se renueva, desconociendo las fatigas.
Como la Escuela no es algo fijo, su movimiento continúa. Es así que con gusto paso la posta al próximo presidente, Mauricio Tarrab y su Consejo.
A los actuales miembros que lo componen: mi reconocimiento por la seriedad, el respeto y humor con que logramos llevar adelante nuestras reuniones. Mis mejores deseos para la continuidad de trabajo.
Un agradecimiento especial a la secretaria de actas del Consejo, Silvia Bonzini por sus puntuales y concisos reportes de nuestro trabajo.
Un saludo especial al Directorio: a Ernesto Sinatra, quien lleva adelante una animada dirección junto a su equipo con quienes hemos tenido un fértil intercambio de trabajo.
A Débora Nitzcaner, un agradecimiento por su intensa y eficaz labor y permanente disposición.
Un reiterado pero no por ello menos sincero agradecimiento a los secretarios de la EOL: Ezequiel siempre tan dispuesto los lunes a la noche, Norberto….Ana, Darío.
A los colegas que tan gentilmente respondieron cuando solicité de su colaboración.
A Leonardo Gorostiza, quien acompañó y orientó al Consejo con su palabra y presencia cuando fue necesario.
Por supuesto a los amigos, siempre cerca para acompañar momentos de desasosiego y también de alegría.

Para esta breve alocución se me ocurrió tomar el titulo del próximo Enapol, como inspiración de otro: “La causa de todos, no sin la locura de cada presidente…a la luz del psicoanálisis”.
Asimilando en este caso el termino locura, a lo mas lejano del mundo fantasmatico de quien detenta esa función y más cercano al saber y hacer. Algo así como…la diferencia entre: o cada loco con su tema o cada uno con su estilo.
Se trata de aquello que Lacan afirmaba al decir que, estamos todos para encerrar y que la cuestión a dilucidar es, a qué punto del grupo nos identificamos.
Finalmente, no es mas que la pretensión de sostener lo hétero en un campo de singularidades. Sostener la ‘a-tipicidad’ de cada uno, pero, remitidos a un punto que no es otro que el lugar de la causa analítica.
Sin perder de vista ese punto de identificación traté de llevar adelante mi función.

Los espacios de orientación, dirección y decisión de Escuela no son de confort ni automathon, en la medida que ponen en juego, cada vez, la responsabilidad y el compromiso con la causa. Eso implica que las decisiones se sostengan en la confianza ganada de la autoridad analítica.
Sin ánimo de ser redundante, ya que hemos presentado el informe a la Asamblea (el cual refleja sintética pero ajustadamente la labor de este año), solo quisiera dar relieve a la voluntad que me animó -y que halló eco en mis compañeros del Consejo- por abocarnos y no distraernos de nuestra tarea: la orientación política de la EOL.
Este fue un rasgo que marcó a este Consejo en particular: mantener ese horizonte y no perder la perspectiva, rectificada si nos alejábamos, por alguno de sus miembros. Este espíritu de trabajo presente en cada uno de nosotros, tiñó a la tarea de una economía de tiempo y una capacidad resolutiva eficaz y (me animaría a decir), novedosa.

Dos palabras para la Admisión en la EOL, tema que destaqué como inquietud y preocupación al asumir la presidencia.
Puedo decir que hemos avanzado notablemente en el diseño del dispositivo y que su resultado, como quedó a la vista, ha sido altamente beneficioso. Deben aún hacerse algunos ajustes, sin duda.
Pero puedo decir con satisfacción que el trabajo final fue rápido, operativo y permitió construir un rancking en el cual prevaleció la persona y sus aptitudes, dejando de lado la perspectiva del 'paisaje'.

Sobre el fondo de la cercanía de nuestra veintiañera Escuela y con todo lo que aún ella está por soñar y alcanzar, me despido convencida que la causa del psicoanálisis lacaniano esta en el lugar indicado: la AMP, la EU y la voz de cada Escuela. Y confío en que cada uno desde su lugar, sigamos contagiándonos el entusiasmo -inentendible para tantos! -, para que esta locura que nos convoca, sea del orden de lo incurable.