Para suscribirse a EOL postal escribir a equipoeolpostal@gmail.com
Publicaciones
On line

Virtualia
Entrelibros
Cuatro+Uno
El Caldero Online
EOL Blog
Boletín Discontinuidad
Lacan Quotidien | Lacan Cotidiano
Referencias en la obra de Lacan
e-textos
Otras publicaciones on line
RedAcción
Número 0
 
TEPT

Por Daniel Millas

La psiquiatría de nuestra época ha clasificado bajo el término de trastornos diferentes síndromes que asociados a la eficacia medicamentosa vienen a constituir la nueva nosología psiquiátrica. Entre ellos, voy a mencionar uno en particular. Me refiero al Trastorno de Estrés Post-traumático (TEPT).

Las mayores observaciones del TEPT fueron recogidas por la psiquiatría militar, pero el concepto de trauma ha sido recientemente generalizado a una variedad de situaciones psicológicamente perturbadoras, que se destacan por exceder un rango aceptable de intensidad.. En los últimos años, se ha estudiado la psicofisiología, los factores neurobiológicos y variedades de intervenciones terapéuticas.

La sintomatología que viene a definir el trastorno se enumera considerando que el evento traumático ha evidenciado una verdadera amenaza de muerte o peligro para la integridad física y psicológica del paciente. Se describen entonces las reacciones de miedo, desamparo, horror, como reacciones inmediatas. Un grupo importante de síntomas se resume a partir de la llamada re-experiencia del evento en forma de recuerdos o imágenes intrusas, pesadillas, flashbaks, pseudopercepciones. Se agregan conductas evitativas, entumecimiento emocional, problemas de memoria, pesimismo, sueño irregular, irritabilidad, etc.

Los tratamientos que se indican son farmacológicos y psicológicos en forma combinada.

Se puede notar una "verdadera asociación" entre el abordaje biológico y aquellas técnicas que vienen a restaurar la integridad de una relación del sujeto con su entorno que ha sido rota a partir del acontecimiento. Estos tratamientos tipifican lo traumático desde una perspectiva que desconoce la dimensión de lo singular en la clínica. Desconocen la dimensión del síntoma en tanto es el modo en que cada individuo responde a lo traumático, a partir de su propia constitución subjetiva.

Es necesario diferenciar una concepción en la que lo traumático es un acontecimiento inesperado, que va a producirse probablemente y que puede ser estimado estadísticamente; de una concepción del trauma que privilegia la respuesta del sujeto, relacionada ya no con la norma esperable, sino con su propia subjetividad.

Vemos entonces dos concepciones del trauma que tienen sus consecuencias en dos concepciones diferentes del síntoma.

La primera, hará del síntoma el correlato de una posición del sujeto en tanto víctima. La victimización del sujeto, se va a volver solidaria de una exclusión de la implicación en el síntoma, más precisamente de la consideración de una causalidad subjetiva. La misma se reabsorbe entre la etiología biologista y la remisión al Otro social de la responsabilidad por los efectos de las catástrofes sociales que nos acechan permanentemente.

La segunda, considera a los síntomas como una respuesta que solo toma su lugar en el marco de la realidad subjetiva de cada persona.

Se trata entonces de mitigar el sufrimiento sin aplastar dicha subjetividad, sin intentar reabsorberla en los criterios normativizados por las estandarizaciones pseudocientíficas. Es aquí donde el psicoanálisis de la orientación lacaniana toma un lugar propio ofreciendo una alternativa seria y eficaz.