Para suscribirse a EOL postal escribir a equipoeolpostal@gmail.com
Publicaciones
On line

Virtualia
Entrelibros
Cuatro+Uno
El Caldero Online
EOL Blog
Boletín Discontinuidad
Lacan Quotidien | Lacan Cotidiano
Referencias en la obra de Lacan
e-textos
Otras publicaciones on line
RedAcción
Número 23
 
De nuestras Jornadas

Apertura II Jornada Nacional de la Red Asistencial. 14/10/06

Graciela Musachi, Presidenta de la EOL:

En otro ámbito evocaba a Jacques Lacan en Caracas 1980, "el nudo bo pone en evidencia la función del al menos tres, eso le di yo a los míos, se los dí para que supieran orientarse en la práctica", digo yo, también en la práctica de Escuela. Es la indicacación de Eric Laurent en su discurso de candidatura "Todo problema que concierna a las escuelasdebe concebirse en un modo de anudamiento de tres consistencias: La Escuela, el Instituto y los Centros." Esto marca una diferencia, ya que hasta ahora, la relación original entre, por ejemplo, La Escuela y la Red, y su articulación con PAUSA, no dejaba ver lo que ahora Eric Laurent nombra como Consistencia Centros. La hermandad Red-PAUSA, que la consistencia centros promueve tiene ya efectos en los canales abiertos entre ambos. De todos modos se tratará de verificar si esta función del al menos tres, responde mejor que la articulación a las exigencias actuales tal como parece indicar J. A. Millar al leer la última enseñanza de Lacan. Y si nuestra Escuela centro agalmático del nudo, mediante el pase, puede tratar con este instrumento, el síntoma que le es propio.

El tiempo lógico de La Red, ha conocido este año un momento de concluir, luego de 8 años de funcionamiento. Su instante de ver fue una respuesta a nuestra comunidad analítica, y su tiempo de comprender, la obligó a situarse en relación, ya no a ella misma, sino a la comunidad a la que se dirige. La conclusión, ya como todos saben, ha sido ofrecerle, una alternativa calificada diferenciada, lo que implica una política de difusión y de honorarios, que aunque conserva su flexibilidad, tiene un horizonte. Se verá si es posible afianzar mejor el significante RED en la ciudad con estas decisiones políticas, lo esperamos, ya que ahora, depende de la práctica de cada uno de los que la integran.

Del amplio espectro de cuestiones a plantear hoy respecto de la orientación lacaniana en la Red Asistencial quisiera hacer una breve reflexión sobre un dispositivo que se presenta como un real en la Red, y en general en la consistencia centros: la admisión. Dado que este dispositivo parece ineliminale de estos centros, y aunque se lo redujera al mínimo de una secretaria que distribuye nombres, siempre se presenta como el obstáculo en el umbral que genera tanto malestar como sospechas de un lado y del otro.. Por lo tanto parece necesario un tratamiento singular.. A ello se agrega el informe que el admisor debe elaborar, habiendo realizado sólo una entrevista, y, mal de nuestra época, cerniéndose sobre él todos los fantasmas de los juicios por mala praxis. Obstáculo que es propio de nuestra época, al que hay que responder singularmente. Qué hacer con este real sino bordearlo? Por un lado con conversaciones permanentes sobre los impases de la admisión,, pero por otro con la creación, ad-hoc, si se lo requiere, de instancias de decisión para casos de excepción. Esos casos en los que la instalación de la transferencia hace iatrogénica la derivación. El diario de las excepciones debe encarnarse en la práctica de los centros, en este caso de la Red., para producir en casos tales, un aconteciendo Freud.

Guillermo Belaga, Director de la EOL, Presidente de la Red Asistencial.

En el comienzo de estas II Jornadas Nacionales de la Red Asistencial, en principio quería agradecer a mis compañeras de la Secretaría Ejecutiva por el trabajo que vienen llevando adelante: María Leonor Solimano, Liliana Rossi, Adriana Rubistein y Graciela Ruiz, también a las organizadoras de las Jornadas, Viviana Cammilli, Ana Manzini, Lidia Mondschein y Alicia Pico.

Asimismo, destacar la presencia de los compañeros y colegas de las Redes Asistenciales de Córdoba y Rosario, por estar en Buenos Aires, efectivamente, con sus trabajos.

Para empezar, voy a detenerme en el poster de las jornadas, que me parece muy bien elegido, porque su motivo principal es una Ciudad, y justamente lo que queremos desde la Red es hacer una política hacia la ciudad. Así, cuando me mostraron este afiche para la difusión de las Jornadas, me pareció que la comisión organizadora había elegido con mucho acierto.

Al respecto, Paul Virilio, un importante teórico de la Ciudad, ha bautizado a la misma como "Ciudad pánico". Así, afirma que es el lugar del cuerpo social, el lugar de la gente que la habita, y define: "trabajemos en la ciudad, y trabajaremos en la política". Para este urbanista, la ciudad es la mayor política de la historia, y el cuerpo del hombre es la referencia de su hábitat. Me parece una interesante manera de situar lo que llamamos el Otro, y el goce del cuerpo propio.

En este sentido, la época actual se define por el modo en que funciona el Otro, sobre el trasfondo de que el Otro no existe, está fragmentado; con lo cual surge la pregunta sobre dónde está el límite, dónde lo prohibido, cuestión que lleva a definirlo uno por uno.

Asimismo, cada época y sus ciudades, se definen por su afuera, por su cerco, por sus estrategias de cierre, sus juegos de apertura.

Acaso, ¿no es esto lo que piensa la Red Asistencial cada vez? Los juegos de apertura, sus estrategias de cierre en relación al Otro del psicoanálisis que llamamos Sociedad, como lo define J. A. Miller.

Además, a la apertura y al cierre podemos agregar un tercer término también extraído de la teoría de las ciudades: el lugar de los trayectos. Entonces tenemos tres términos a considerar: apertura, trayectos, y cierre.

A los mismos, el psicoanálisis puro los ha definido: la apertura, la entrada, es el bien formalizado algoritmo de la transferencia; en cuanto al trayecto es menos preciso en cuanto a su formalización, y por último, aún más problemático es el final de análisis, donde ya hemos descubierto que no hay el pase perfecto, que es muy difícil definir el algoritmo de salida.

Sin dudas, mucho se ha escrito sobre apertura-trayecto-cierre desde el psicoanálisis puro. Ahora, ¿cuáles son estas coordenadas para el psicoanálisis aplicado en la época de la demanda de los efectos terapéuticos rápidos? Podríamos formular algunas pistas, algo que empezamos a trabajar en las reuniones mensuales con los admisores y los coordinadores de los grupos de investigación, tratando de definir una clínica de la admisión.

A la Apertura, la hemos llamado en la Red: clínica de la admisión.

En principio, para nuestra investigación, tenemos algunas coordenadas siguiendo con las metáforas de las ciudades, por ejemplo la definición de J. Lacan: "el inconsciente es Baltimore al amanecer". De este modo encontramos que apela a la figura de la ciudad, para definir el inconsciente como pulsación, como apertura y cierre, a diferencia de S. Freud que lo creía como destino -como lo necesario-. Esta distinción conceptual, es fundamental, dado que cambia completamente la posición de la admisión si se piensa que el inconsciente es un destino o es apertura y cierre.

Entonces, el inconsciente definido por Lacan, es una topología espacio temporal, y en consecuencia corresponde, como apuesta, darle un lugar.

En este sentido, el juego de la apertura, va más claramente contra el individualismo moderno, más proclive al rechazo del inconciente que al amor de transferencia.

Así, al permitir hablar se construye un lugar y un tiempo, dos nombres del Otro. Con esto-como primer gesto-, ante el vacío pánico, y el sin-sentido de quienes consultan, se reconstituye como funcionaba el Otro para el sujeto.

La Red Asistencial, PAUSA, el Proyecto Asistencial de la EOL, no pueden olvidar este horizonte, en la época donde los mitos biológicos difundidos por los mass- media se ofrecen como punto de capitón, como sentido, para las personas.

Una segunda pista en relación a esta apertura, en la época del Otro que no existe, es el hacer uso del Nombre del Padre, que constituye una manera, sólo una, de situar al significante amo que orienta la ex-sistencia. Por lo tanto, en la apertura también se deberá hacer legible un significante amo, en los términos que lo entiende J. A. Miller: "el S1 es el significante en nombre del cual yo hablo".

Al respecto, se podría afirmar que en la clínica de la admisión se verifica que lograr la legibilidad del S1, pacifica.

La trayectoria, es conceptualizable desde los modos de uso del significante amo. Al respecto, podríamos diferenciar que hay un modo de uso del S1 en términos de identificación, y otro modo de uso del S1 con fines de goce. En este sentido, identificarse no encierra ninguna "epopeya", si por este término se entiende el esfuerzo de tejer una narración a partir del sin sentido; la "epopeya" consiste en hacer un esfuerzo de poesía, un esfuerzo de hacer significar más allá del hecho en bruto.

Bien ahora, esta argumentación, nos lleva al tema del dinero. Porque a partir del hecho de que vamos a orientar el uso del S1 con fines de goce, surge una pregunta: ¿quién goza en la operación analítica, como "epopeya"? Evidentemente por como está planteado el dispositivo analítico, no debería ser el analista. El goce en esa operación no es el beneficio del que escucha. Así, el hecho de que se le paga al analista, basta para indicar que el goce está del otro lado, del lado del que habla.

Este es el valor simbólico del pago. Tema que ha sido abordado muchas veces en la Red Asistencial, con diversos matices.

Al menos, lo que podemos afirmar, que conforme a los principios del psicoanálisis, el pago, asienta el hecho que el analizante goza del significante, y en consecuencia, el S1 puede ser orientado con fines de goce.

Asimismo, el dinero también se articula con la Ciudad, con el valor de uso y la mercancía. Orientar con fines de goce no debe hacer perder de vista que la Red es de la Escuela de la Orientación Lacaniana y por lo tanto ella debe cuidar su agalma y no debe ser devaluada para la Sociedad.

Simultáneamente, con estas consideraciones, el juego de la apertura y el trayecto se deben ajustar al objetivo de la accesibilidad al tratamiento, a posibilitar al mayor número posible de sujetos a hablar, a ser analizantes, ya que en definitiva el psicoanálisis son sus analizantes, y la Red es una parte fundamental de la Utilidad Pública de la Escuela.

Por último, arribamos al cierre: siguiendo con la definición que el ser analizante envuelve el significante y el goce, llegamos a un punto incierto, no porque los otros estén más claros, pero convengamos que pensar la salida del tratamiento requiere de una investigación seria y precisa, con lo cual la construcción de los casos de la Red no deben ser "puro semblante".

Sin dudas, ya podemos constatar algunas respuestas, que demuestran que se les ofrece a los sujetos un encuadramiento del S1 y el objeto a, que permite efectos terapéuticos de plus de vida, sobre la mortificación. Pero, espero, que la comunidad clínica que llamamos Red Asistencial de la EOL, a través de Jornadas como las que estamos iniciando, y otras actividades epistémicas regulares, pueda realmente tener definiciones cada vez más precisas sobre estos problemas que tanto nos preocupan.

Adriana Rubistein, Vicepresidenta de la Red Asistencial
Es un gusto para mi, dar comienzo a las segundas jornadas nacionales de la EOL, jornadas que son producto de un recorrido de trabajo iniciado hace ya 9 años. Cuando decidimos convocar anualmente a jornadas de la red, pensamos que se hacía necesario contar con un espacio en el que el trabajo de cada analista y de cada grupo de discusión clínica y de investigación pudiera volcarse, compartirse con otros, para avanzar en la construcción de nuestra comunidad de trabajo, y dar a conocer los resultados de nuestra práctica.

La red asistencial es una oferta de psicoanálisis aplicado a la terapéutica que se inscribe hoy en la política de la AMP y como una de las ramas del proyecto asistencial de la EOL.

Puede decirse que su creación fue la puesta en acto de un deseo, sostenido en una política de inserción de la EOL en la ciudad, inédita hasta ese momento. No fue nueva la presencia de los psicoanalistas lacanianos en la ciudad, ya que desde hace muchos años venimos manteniendo una práctica en distintos ámbitos hospitalarios e institucionales, ofreciendo el encuentro con un psicoanalista en distintas condiciones y dispositivos. Pero fue nuevo que la EOL cree en la ciudad su propia oferta, su propia puerta de entrada y que la de a conocer.

Su creación tuvo algo de una anticipación en acto, respecto de su propia conceptualización, que todavía está en marcha.

La oferta de la red nos abre numerosos interrogantes. Como entendemos las relaciones entre psicoanálisis puro y aplicado? Son acaso dos psicoanálisis diferentes? Y que es lo específico de la atención en la red asistencial? Hay algo que distinga los efectos terapéuticos que producimos de aquéllos de la psicoterapia? Son algunas de las preguntas que venimos trabajando, y que todavía requieren de nuestra elaboración colectiva.

Psicoanálisis puro y aplicadoPor ejemplo ¿Que quiere decir que ofrecemos psicoanálisis aplicado? ¿Es acaso un psicoanálisis diferente al puro? Creo que Miller ubicó el problema con claridad cuando sostiene que la diferencia entre psicoanálisis puro y aplicado es secundaria respecto a la oposición entre psicoanálisis y psicoterapia. Ambos son psicoanálisis.

Sin embargo ha tenido y tiene un valor hablar de la oferta de psicoanálisis aplicado en la red. Quizás convenga entonces en nuestros debates tener en cuenta las diferencias y el anudamiento posible de tres perspectivas: política, clínica y epistémica.

Entiendo que es desde la política del psicoanálisis y en una coyuntura histórica peculiar que el campo freudiano, la AMP y la EOL recuperan la distinción entre psicoanálisis puro y aplicado planteada por Lacan en el acta de fundación de la escuela. Se trata de una política que tiene el valor de recuperar la dimensión terapéutica del análisis, descuidada en las discusiones sobre el fin del análisis Se trata de mantener vivo el lugar del psicoanálisis en el seno de la salud pública, sin perder de vista que se trata de "una terapéutica que no es como las demás". No alcanza con decir que el psicoanálisis no cura para diferenciarlo de la curación médica, hay que hacer saber que tiene efectos, que alivia el padecimiento subjetivo, que no es una práctica sin consecuencias como algunos pretenden. Y al mismo tiempo, sostener su diferencia con las psicoterapias. Sin eso el psicoanálisis de la orientación lacaniana corre el riesgo de extinguirse o quedar reducido a una elite.

Esa política tuvo un impacto tanto afuera como dentro de la escuela. Los grupos de discusión clínica de la red se constituyeron en lugares de reflexión privilegiados para pensar los casos desde el llano, cerca de la experiencia, sin inhibiciones, sin idealización, situando el marco posible de las intervenciones.

Desde la perspectiva clínica en cambio, pienso que la diferencia entre psicoanálisis puro y aplicado solo puede saberse après coup. No son dos análisis diferentes. El encuentro con un analista permite iniciar un análisis si se dan las condiciones para una entrada, pero no permite asegurar de antemano hasta donde llegará el recorrido. Todo análisis comienza por un síntoma, por un padecimiento, aún el de aquél que quiere formarse como analista.

La red ofrece psicoanálisis y la intervención del analista, igual que en el consultorio, debe partir de la modalidad singular que toma la demanda en cada caso y a partir de allí emplear las tácticas que convengan para hacer posible en algunos, una entrada en análisis.

Me parece que acentuar sólo la diferencia entre puro y aplicado puede llevarnos a los mismos callejones sin salida de la ipa cuando distinguen el análisis terapéutico del didáctico como si se tratara de dos análisis distintos o como si no fuera necesario analizar el deseo de convertirse en analista.

En lo epistémico entiendo que conviene mantener en el seno de la escuela, tal como la funda Lacan la sección de psicoanálisis puro ligada al pase, de la sección de psicoanálisis aplicado que en nuestro caso se encarna en la red. En ambos casos de trata de investigación con dispositivos y coordenadas diferentes. El pase debe permitir interrogar las coordenadas y resultados del final del análisis. La red debe permitir. "contribuir a la experiencia psicoanalítica..." poniendo a prueba sus indicaciones, sus conceptos y sus estructuras "... en el examen clínico, en las definiciones nosográficas, en la posición misma de los proyectos terapéuticos".

No son dos psicoanálisis. Uno para curar y otro para formase, son dos espacios de interrogación epistémica y una oferta política bajo el significante asistencial.

Ahora bien Hay algo específico de la atención en la red?

No puede decirse que las demandas que llegan a la red sean muy diferentes que las que llegan al consultorio. También allí recibimos demandas terapéuticas….rechazos del inc…. cada vez mas el discurso de la ciencia afecta las demandas de los pacientes que esperan resultados rápidos…

Es cierto que en algunos casos el significante asistencial funciona como enganche para la realización de la consulta en la red. Se trata en su mayoría de consultas que buscan accesibilidad económica en un lugar confiable. La mayoría de las derivaciones llegan por pacientes de la red o por colegas que conocen la EOL.

Que es lo especifico de esta oferta?

Nuestra red tiene ciertas características que la distinguen entre otras ofertas asistenciales. No es un centro, se atiende en los consultorios, no tiene honorarios fijos ni tiempo limitado. Hay admisión y posterior derivación. No se elige analista.

Eso crea condiciones institucionales que sirven de marco a la intervención y exigen repensar una cantidad de problemas.

Nos obliga a pensar por ejemplo las condiciones de la transferencia y de la intervención en la admisión, preguntarnos si conviene o no conviene que haya admisión y que consecuencias clínicas produce, estudiar las condiciones de la derivación. También pone en tensión nuestros conceptos, los pone al límite en ciertas condiciones institucionales. También se plantean preguntas respecto de que hacer con las demandas de formación que llegan a la red. Se las toma? Se las rechaza? Es conveniente poner un tiempo? o es en el interior del tratamiento que se pueden marcas escansiones que pasen de lo asistencial a un más allá?

Pero entiendo que estas condiciones institucionales no implican que haya una atención diferente en la red que en el consultorio. No hacemos psicoanálisis aplicado en la red y puro en el consultorio. No es esa la divisoria de aguas. Un analista bien formado como dice Lacan en el seminario 24 sabe "operar convenientemente" sabe seguir la pendiente de las palabras, sabe utilizar las tácticas adecuadas a cada momento de la transferencia y a cada formulación de la demanda. Sabe aprovechar la oportunidad de producir el sujeto, de sorprender con la interpretación, de provocar la pregunta, apoyándose en los intersticios que el mismo paciente presenta en su discurso, de introducir al inconsciente. Pero también sabe que en ciertos momentos hay que esperar, que a veces son necesarias intervenciones no puramente analíticas para crear las condiciones de la transferencia o las condiciones subjetivas que permitan dar un paso más. No todas las intervenciones son el oro puro del análisis. El analista bien formado trabaja a partir de lo posible, no de lo ideal.

En la red eso de agranda como con una lupa, justamente por la variabilidad de las demandas. Igual que en las instituciones publicas o en las obras sociales, exige un analista versátil, plástico. Pero el psicoanálisis puro interviene en el horizonte, el deseo del analista opera en esa orientación. El analista tiene que estar formado.

Hay dos cosas más que hacen a la especificidad de la red asistencial. Una es la posibilidad de hacer una oferta institucional que potencia las condiciones de extensión e inserción de psicoanálisis de orientación lacaniana en la ciudad, de un modo que no es posible para cada analista de modo personal.

La otra, es la posibilidad de potenciar las posibilidades de investigación dentro de una orientación. Eso no es frecuente en instituciones públicas en las que reina el eclecticismo. Tampoco está facilitado en la soledad del consultorio. La red lo facilita y podemos aprovecharlo. Es trabajo de escuela.

Esa investigación permitirá entre otras cosas, precisar mejor en que nuestras intervenciones se distinguen de las psicoterapias, interrogar los tipos de efectos que produce el tratamiento, ver si es posible diferenciar efectos terapéuticos de efectos analíticos que no son en si mismos terapéuticos, o bien ubicar hasta que punto los efectos terapéuticos que se producen son resultados de intervenciones analíticas, y articular entonces lo analítico y lo terapéuticos, verificar los resultados posibles en distintos ciclos del análisis, diferenciándolos de las interrupciones con el saldo menos que este término produce, profundizar en la incidencia del dinero en la economía de goce, saber más de las condiciones de la transferencia y las intervenciones que exige una buena derivación, inventar la mejor forma de hacer un seguimiento de los casos y de potenciar la casuística de la que disponemos.

En fin…la lista es larga. Dejo puntos suspensivos para comenzar a escuchar con los resultados que se presenten en esta jornada.