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07-05-2017
El diario Extimo de Jacques-Alain Miller N°22

Los burgueses y los compadres
por Jacques-Alain Miller

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El número 23, a publicarse, le entregará al lector algunas referencias del texto publicado aquí, con noticias sobre Freaks o La Parada de los monstruos, sobre Pierre Gassendi, sobre « Kilroy was here », extractos de René Descartes, T. S.Eliot, Michel Foucault y Marc Fumaroli, además de las cuentas de campaña de los Foros SCALP, etc.

LOS BURGUESES Y LOS COMPADRES

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Sábado 6 de mayo de 2017 14 :21
El orinar inexistente
Una vez concluido el Foro a medianoche exacta el viernes por la noche, me fui a comer algo en familia al Carrefour Buci, y a hacer pipi. Siete horas en la tribuna sin moverme un segundo y sin vaciar la vejiga, a los 72 años, no está al alcance de cualquiera. Tal vez es la hazaña que he realizado de la que estoy más orgulloso esta noche a los ojos del público. Las personas viejas como yo, paralizados por males, lo que no es mi caso, toco madera, me comprenderán. Pero ¿quién lo hubiera pensado? La orina inexistente. Incluso yo mismo. Durante la micción me vino la idea como un flash: orino, yo no oriné. La acción es primera, el pensamiento segundo. La cadena causal se constituye siguiendo una determinación unívoca, : es porque orino, de hecho, que pienso que no he orinado. Ahora bien, a qué remite la expresión "no he orinado"? Remite a un acontecimiento que no ocurrió, porque de hecho no he orinado durante todo el Foro. Entonces, hay tres orinadas: el orinar de Jacques-Alain Miller antes del Foro, en su casa; está el orinar después, en el baño del café El Buci; pero no hay el orinar del Foro. Es el orinar inexistente, dicho sea para parodiar un título de Italo Calvino.

La Parada de los monstruos
Sin embargo, el orinar inexistente hubiera podido existir. Su existencia, o más bien su ausencia de existencia, no es la misma que la del circulo cuadrado, por ejemplo, que es una imposibilidad lógico-matemática, incluso simplemente léxico-definicional (pensaré en ello). Su existencia que no hay no es tampoco del tipo "oveja de cinco patas", imposibilidad ciertamente, pero biológica, no lógica: siempre puede ocurrir que una oveja de cinco patas se presente en la realidad a título de aberración de la naturaleza, de monstruo, etc, como la mujer barbuda y todos los otros llamados fenómenos de feria reunidos en el film de culto Freaks o La Parada de los monstruos.

Del orinar al cogito cartesiano
No perdamos el hilo, porque la digresión en mi roe incesantemente la narración. Estábamos en la oposición entre el orinar de hecho o de inexistencia, definitivamente orinado en Buci, y el orinar del Foro, ser de inexistencia o de nada, ser de lenguaje, de puro semblante, de puro pensamiento. Estos términos están lejos de ser equivalentes, pero estamos aquí en el elemento de la filosofía pop, que prohíbe agobiarse demasiado con sutilidades que hacen las delicias de los aficionados. Igualmente lo que se deduce de nuestra meditación sobre el orinar es lo siguiente. Para Descartes, es buena la consecuencia del pensamiento a la existencia: es lo que expresa el par significante "cogito, sum". Por el contrario, la experiencia del orinar nos conduce del orinar de existencia al orinar de pensamiento, o sea a un par orientado en sentido inverso.

Yo orino, yo soy, yo pienso.
El resorte de esta inversión es trivial. Ya estaba en el principio de la objeción que hizo Pierre Gassendi al Cogito cartesiano, y que fue publicado en las Objeciones hechas por personas muy doctas contra las precedentes Meditaciones, con las respuestas del autor. Descartes le respondió como a los demás, a despecho de la irritación que concibió respecto de su compañero, tratándolo en una carta al padre Mersenne de "pobre hombre que no tiene sentido común y no sabe razonar de ninguna manera" ¿Qué dice Gassendi? Dice, en suma, que todo el gran tralala de las dos primeras Meditaciones con, por orden de entrada en escena, de Dios, el Genio Maligno, la hipérbole de la duda, el Cogito salvador que vino de San Agustín, que todo ese "aparato" no sirve para nada más que para atraer la atención: "Usted no necesitaba un aparato tan grande para probar que usted es; esto puede concluirse de cualquier acción, porque el nudo de la dificultad no es saber si se existe, sino lo que se es.". Es más o menos lo que dice mi apólogo del orinar. Es decir: orinar simplemente conlleva la existencia, sobrentiende un "yo soy, yo existo", el "yo pienso" sigue al "yo orino" y no lo precede; ese "yo pienso" es un "yo pienso en esto, que no he orinado!" por lo tanto un "yo pienso" ¿qué? un objeto de puro pensamiento.

« Paseo, luego soy »
La respuesta de Descartes a Gassendi es, o era en mi época, una perogrullada de la enseñanza de la filosofía. Solo es demostrativa a condición de admitir el ideal cartesiano de la certeza llamada "metafísica", lo que es toda la cuestión. Sin embargo, bajo el ángulo retórico y literario, la obra está maravillosamente escrita. No conozco nada más regocijante que esta prosa polémica deliciosamente elaborada. Solo tomo aquí lo que interesa a la cuestión de saber si el "yo soy" puede deducirse de "toda acción" como lo sostiene Gassendi. "Además, ¿qué razón tiene usted para decir que no era necesario un aparato tan grande para probar mi "existencia"? Por cierto pienso que hay muy buenas razones para conjeturar de sus mismas palabras que el aparato del que me he servido no ha sido aún demasiado grande, porque no pude hacer todavía que usted comprenda bien la cosa; porque, cuando usted dice que yo hubiera podido concluir lo mismo [es decir "yo soy"] de cada una de las otras acciones mías indiferentemente, usted se equivoca grandemente, porque no hay ninguna de la que yo esté enteramente seguro, entiendo con esta certeza metafísica de la cual solo se trata aquí, excepto el pensamiento. Porque, por ejemplo, esta consecuencia no sería buena: Me paseo entonces soy, sino en tanto que el conocimiento interior que tengo es un pensamiento, del cual solo esta conclusión es cierta, no del movimiento de mi cuerpo, el cual a veces puede ser falso, como en nuestros pensamientos, aunque nos parezca entonces que nos paseemos, de manera que de aquello que pienso pasear puedo muy bien inferir la existencia de mi mente, que tiene ese pensamiento, pero no la de mi cuerpo, el que se pasea. Ocurre lo mismo con todos los otros. "

Lacan was here
Lacan meditó mucho tiempo el Cogito, lo dio vuelta en todos los sentidos, o se dio vuelta en todos los sentidos sobre sí como la princesa y la arveja, hasta concluir que no era lo que pensaba un vano pueblo, el de los filósofos, es decir el fundamento de la consciencia, sino su envés, y más bien el resorte de lo que Freud nombró Das Unbewusste. Para Descartes, el pensamiento, por ser la única de mis acciones de la que puedo estar metafísicamente seguro, si bien me está permitido concluir del pensamiento la existencia, del "yo pienso" al "yo soy". No se trata de esto, según Lacan, para quien dos "yo soy" deben diferenciarse: el "yo soy" de existencia y el "yo soy" de sentido o de pensamiento. De allí el Cogito rescrito: "Yo soy pensante: "Entonces yo soy". Los conduzco allí para hacerlos constatar que, tal Kilroy, Lacan was here before you. División del sujeto "de lo que el psicoanálisis nos da una experiencia cotidiana. Tengo la angustia de la castración al mismo tiempo que la considero imposible. Tal es el ejemplo crudo con el que Freud ilustra esta hiancia, reproducida a todos los niveles de la estructura subjetiva".

La yegua del Mariscal
Una última palabra sobre la secreta hazaña y sin embargo a cielo abierto (efecto de "carta robada") de la que me he valido al comenzar: es la ocasión o nunca de ubicar un enunciado raro de escuchar y más aun de repetir: "Su próstata está perfecta!, dicho por mi proctólogo en mi último (y primer) examen. Agregándose a la satisfacción de mi cardiólogo, hay con qué tranquilizar a todos esos bien intencionados que me recomiendan todos los días de pensar sobre todo en cuidarme durante los tiempos difíciles que atraviesa el país. ¿Cómo no reconocer allí el deseo de muerte de la buena madre? Siempre preferí la amonestación del mariscal de Turenne a su yegua: "Tiemblas, Carcasse, pero temblarías mucho más si supieras adonde te voy a llevar". Turenne fue asesinado por una bala de cañón al comienzo de la batalla, que estaba en Salzbach, ante los imperiales de Montecuccoli. Inhumado en la basílica real de Saint-Denis, trasladado durante la Revolución, sus despojos fueron transferidos a los Invalides en 1800 por orden de Bonarparte Primer Cónsul, que lo admiraba. La escuela comunal a la que iba de niño estaba en la rue de Turenne, a dos pasos de la plaza des Vosges. Nativo de Châteauroux, crecí en París, en el Gran Siglo.

Las cosas por su nombre [un chat un chat]
¡Admirable ascesis formarse metiéndole un dedo en el culo a los varones! Es necesario un dedo humilde que renunció a levantarse hacia el cielo como el de San Juan de Leonardo para hundirse en las profundidades de tus andrajos, un dedo sensible y delicado como el que Molly hace deslizar en su concha [chatte] (llamo a las cosas por su nombre), un dedo del que lo etéreo del tocar no le cede en nada al de un Horowitz por ejemplo ( François Lafon, Musikzen). ¡Honor a los proctólogos! Y salud a los hijos de los radiólogos! Yo soy uno de ellos, y si no hubiera introyectado el ojo de la máquina de mi padre, el Dr. Jean Miller, no tendría la facultad que tuve toda mi vida de perforar hasta los huesos los semblantes y los falsos semblantes. "No puedo nombrar nada, si no es por su nombre/Llamo a las cosas por su nombre, y Rollet un bribón." Con tales disposiciones, si no fuera analista, hubiera sido fiscal (Rolet era un fiscal, "corrupto", precisa la nota). Pero llamar a las cosas por su nombre, es simplemente imposible. La estructura del lenguaje lo prohíbe, metáforas y metonimias se oponen a ello, como la inexistencia del metalenguaje. El colérico vuelto indulgente demostrará aquí como se enmendó por el efecto de una triple A: el análisis, la edad (age), y la amistad de la que me honro con mi valiente benjamín que también es mi mentor en política, padrino y tutor: Bernard-Henri Lévy.

En el Carrefour Buci
No estaba la otra noche este muy querido amigo, ni Maria, protagonista principal de la Regle du jeu, y extrañaba a los dos. Pero estaba mi hija y mi hijo, Eve y Luc, y Nicolás mi yerno y su hija mi nieta Sylvia, que acaba de distinguirse una vez más en la tribuna del Foro con una demostración impecable. Lucile, hermana menor de Sylvia, estaba en el Foro, pero se excusó: "¡Ahora noni!". Ella quiere ser actriz prepara, esperando el concurso de Ulm, (¿una Jeanne Balibar en ciernes ?) y se pliega a la disciplina de hierro que impone el liceo Henri IV a sus alumnos de bachillerato.

En el bachillerato en el Louis-le-Grand
Hice el bachillerato también, pero en 1962-63 y en Louis-le-Grand. La disciplina era allí de hierro, y recuerdo un año bien divertido que pasé con mis compañeros. No formábamos una banda: cada uno era mi amigo, no se frecuentaban entre ellos. Única excepción, el trío que formaban "los folósofos», Robert Linhart, el amigo luxemburgués cuyo nombre se me escapa ahora, y yo. Robert era como yo aficionado a las bromas; yo trataba de hacerle perder el gusto por Camus; solo juraba por los kibutz, hablando de instalarse en Israel. Fundo más tarde, estando aún en la Escuela, el UJCML, que inspiró a Godard su China y le dio nacimiento después de su disolución, a la Izquierda proletaria. Fue mi testigo de casamiento, y yo el suyo. Es el autor de un clásico del siglo XX, L'établi. Raphaël Sorin, sobrino de Elias Canetti que debía recibir el premio Nóbel en 1981, era avispado, dandi, y gran lector de literatura; no se esforzaba y se copiaba de mí con mi acuerdo. Creo que fue quien descubrió a Houellebecq y/o uno de sus managers. Un luxemburgués alto y delgado, nos sorprendía leyendo a Kant en alemán en el desayuno; nos arrastró a Robert y a mí en una gira a través del GrandDuché. Michel Cazenave finalmente, aristo burgués de Toulouse, no fumaba sino Craven A como el General. Inventó más tarde la Unión de Jóvenes para el Progreso, movimiento de jóvenes gaullistas.

Gaullista de izquierda, se hizo robar la organización por un gaullista de derecha, un alsaciano, y se lanzó poco después en una larga y brillante carrera en la radio, antes de volverse un jungiano de primer plano. En la preparatoria, escribía ya novelas con heroínas siempre hieráticas. En el concurso, me acuerdo aún que Foucalult le puso una nota mejor en filosofía que a mí, mientras que la filo, no era el fuerte de Michel. Pero escribía bien, con un estilo desordenado. "Me pareció demasiado cuidadoso en el escrito", me dijo en el oral el autor de la Historia de la locura. Seguramente: la "disertación" cuyo tema dio, se refería al eslogan nietzcheano "Dios ha muerto", y traté el tema con la manera rigurosa y austera con que Jules Vuillemin escribió su obra maestra, L'héritage kantien et la révolution copernicienne. Año divertido, sí, y no digo nada de los encuentros que favorecían, sobre todo los días lindos, el Jardín de Luxemburgo.

Bognar y Cremniter
Sentado a la mesa en el café Buci, no había nadie fuera de los Miller Rose, salvo mi querida RoseMarie Bognar pero en cierto sentido ella es más que familia, es mi cabeza buscadora, un lóbulo de mi cerebro, como decía el presidente Kennedy de Ted Sorensen, el joven Mormón que escribía sus discursos, obras maestras de retórica republicana, y fue su consejero especial en la Casa Blanca. Pronto se unió a Rose Marie su esposo el Dr. Didier Cremniter. El es el Psiquiatra Referente Nacional de las Células de Urgencia Médico-Psicológicas, con mayúsculas. Tuvo mucho que hacer en el momento de Charlie, del Hiper Kasher, del Bataclan, de Niza, etc. Tenerlo en su mesa les garantiza que en caso de problemas, serán tratados por alguien que sabe mucho.

Profiles in Courage
Haber evocado a Ted Sorensen me recuerda la historia que envenenó los comienzos de la carrera de John Kennedy: obtuvo el Premio Pulitzer, el más prestigioso de la prensa americana por un libro que celebraba a doce parlamentarios americanos, indiferentemente republicanos y demócratas, que dieron prueba de coraje oponiéndose a su partido, poniendo más arriba el honor, la verdad que la pertenencia partidaria. Y he aquí que lo acusaron de ser el testaferro de otro que permanecía oculto y que habría sido el verdadero autor. Si recuerdo bien, Kennedy debió producir sus borradores. Es una linda idea la de los Profiles in Courage, y ¿por qué no hacerlo aquí en Francia? ¿Quiénes serían mis doce? Nombro a NKM, por razones que dije en el Foro, su libro ante todo, anti-FN, que le costó muchas enemistades en su familia política. Y por el cuidado celoso con el cual protege su autonomía de pensamiento, lo que es la esencia de las luces. Pienso también en Manuel Valls y en el episodio Dieudonné, donde el Primer ministro se mantuvo a despecho de los gritos de todos lados invitándolo a doblegarse ante el cómico antisemita. Eso no me impide elegir a Marion como tercera. Puesta en ostracismo en la Asamblea por bribones que se negaron a saludarla, pero impávida under pressure, firme sin perder jamás la calma ni su sonrisa, da el ejemplo de un coraje que se quisiera al servicio de una causa mejor. Philippe Douste-Blazy me viene a la memoria, tuvo el coraje de retirar del site del ministerio de Salud un estudio sesgado, vano, que pisoteaba al psicoanálisis, pero firmado por ya no sé qué Instituto todo poderoso en su ministerio. No tengo voluntad de olvidar a François Fillon, y no tengo que retirar del texto que le he consagrado ni una sola palabra. Aun lo admiro mas luego de haberlo visto a las 20 horas llamar inmediatamente a votar por un rival deshonrado, en interés del bien público. Juppé merece también el cuadro de honor, no por sus intentos recientes que no fueron muy felices, sino por haber protegido hace tiempo a su padre político, conforme a la moral de Confucio. ¿Quién debió sufrir más traiciones de su "familia" política que Ségolène Royal? Y ella resistió al lobo hasta el final de la noche. Ella quiso, la primera, devolverle los tres colores a la izquierda. François Bayrou no fue muy valiente la noche en que ella lo esperaba para chocar esos cinco, pero cómo olvidar el combate de ese hombre para abrir un espacio entre la Montaña de derecha y la Montaña de izquierda, y en el momento en que se derrumba otro se guarda la ganancia. Y Bayrou se inclina, y Bayrou se alia. Copé, Jean-François, se hizo linchar por sus pares. Lo tiraron abajo de su pedestal, lo pisotearon, le prometieron las galeras. Se sostuvo, y sigue allí, tal vez más filósofo. Como Fillon, no escatimó su voto. Con un solo impulso ya tengo nueve. Quedan tres. Desfilaron muchos que habían prometido venir a nuestros Foros. Jean-Pierre Raffarin estaba allí, y es él quien, la noche de los resultados de la primera vuelta, habló primero y fue el más inspirado evocando el interés del país. Lo cuento entre los doce. Mme Aubry tiene valor, no olvido que vino a sostenernos en persona cuando defendíamos la causa de nuestra colega Rafah Nached encarcelada en Bagdad. Sin embargo, fue demasiado constante en hacer defender por otros (los frondistas) las posiciones que eran las suyas para que le cuelguen la medalla del coraje. Apuesto por Aurélie Filippeti, que aún no dio todo, pero que tiene garra, energía, espíritu de decisión. Y finalmente, cómo no admitir para colocar al doceavo y último a Jean-Luc Mélenchon, que continúa su combate para desorientar a la juventud de este país con una constancia que fuerza a la admiración cuando sabemos el número de cadáveres con los que sus placares están llenos, y que ¿terminarán un día por abrirse? No quiero decir que él haya matado gente, sino que hay escándalos que se remontan muy lejos en la historia. El ha infectado al lepenismo con una buena parte de la izquierda contestataria. Hará falta tiempo para que se elimine el virus. Mientras esperamos, felizmente existe el Frente republicano. Hay un librito para escribir. Lo haré si me lo demandan. ¿Eva, mi hija, escuchas? Le daré preferencia a las ediciones Navarin.

Sábado a la mañana
Me despierto a las 11 horas por mi reloj interno, empecé la jornada bebiendo a sorbos un café recostado hablando con Judith, feliz como yo por el giro que tomaban los acontecimientos, en los cuales lamenta sin embargo no poder participar a causa de la enfermedad que la retenía en la casa. Mi idea era pasar el día en su compañía, y leer alternativamente los dos libros que me hice regalar por mis hijos para mi cumpleaños. Había debido guardarlos cuando un "instante de ver" inopinado se presentó. Luego fue un "tiempo para comprender" acelerado por la opinión combativa de mi amiga Carole y el compromiso inmediato de Christiane Alberti, la presidente de la Escuela de la Causa freudiana. Esta fue seguida por el Consejo de administración unánime, al que se unió el Consejo de administración de UFORCA (Unión para la formación en clínica analítica). Todo esto me precipitó hacia el "momento de concluir" que había que tirarse de cabeza en la campaña presidencial sin dejarse inhibir por la supuesta tradición psicoanalítica de boca cerrada, galimatías y patrañas.

El acto de uno solo
Los dos libros. En primer lugar, Martin Luther, Renegade and Prophet, por Lyndal Roper, en The Bodley Head, London. La lectura de la introducción y de los dos primeros capítulos ya me había convencido que era definitivamente la obra maestra anunciada por los críticos que había leído, la perla del montón de libros que suscitaba el aniversario de los 500 años de la reforma luterana. De hecho, era el acto, el verdadero acto y solitario de Lutero que se conmemoraba, un acto que cambió por ahora cinco siglos el curso de la historia de la humanidad si hubiera una, digamos más bien que modificó el discurso universal. Más fuerte, mucho más fuerte que Richelieu o Cavour o Bismarck o Lenin. No veo más que a San Pablo o a Freud que puedan comparársele. ¡Y aún! El porvenir del asunto freudiano está en nuestras manos, es decir que no está protegido. Felizmente tiene un dinamismo que le es propio y que es capaz de sobrevivir a los esfuerzos de los psicoanalistas por hundirlo. "Es demasiado pronto para saberlo", como hubiera dicho Zhou Enlai del impacto de la Revolución francesa (la anécdota es falsa).

La aspiración de los pueblos
El segundo libro es diverso tanto como el primero es enfocado. Es la suma de Carlos M.N. Eire, un Cubano que devino profesor en Yale, que detalla como otras tantas Reformas las innumerables intervenciones, innovaciones ideológicas suscitadas por la Reforma propiamente luterana: Reformations. The Early Modern World, 1450-1650, tal vez mi periodo preferido. Me alegraba de antemano de ver la Contra Reforma, tan decisiva en la formación de la Iglesia católica contemporánea, tratada como una Reforma de pleno ejercicio. Aprecié particularmente el capitulo 3 que muestra el ascenso de la disidencia durante la Edad Media y la Edad Media tardía: son los Albigencianos, es Waldo, de Lyon, y sus "Pobres", que no reconocen como Otro mayúscula más que a la Biblia, no al papa, es también San Francisco de Asís, cuyo voto de pobreza surge de la misma sensibilidad incluso si está al servicio del establishment y no un dissenter, es John Wycliffe en Osford, cuya enseñanza le hace ganar una amplia audiencia en Inglaterra (los lollards) antes de emigrar a Bohemia donde enciende a otro universitario, Jan Hus, de allí la rebelión de los Hussitas. También era el tiempo del Gran Sisma. A despecho de Hus quemado vivo el 6 de julio de 1415, el Husismo no desaparece, se fragmenta. etc. En 1495, Savonarola reina sobre Florencia, advierte a los prelados que la cólera divina va a abatirse sobre ellos. Será quemado, pero el fuego del cielo ya encontró su instrumentos: Lutero vive, piensa, trabaja. En Roma, circulaba, dice Eire, un pun en latin, un juego de palabras (¡Cómo! ¿No solo en el Foro de los psi? Estos lacanianos están en todas partes en la historia). ROMA es el acrónimo de Radix Omnium Malorum Avaritia, « La avaricia es la raíz de todos los males".

Back to Tweeter
Antes de entrar en el capítulo III del Martín Lutero, decidí dar una pequeña vuelta por Tweeter. Allí el tweet de Raphaëlle Bacqué, que sigo a título de « follower », como sus cofrades Ariane Chemin y Vanessa Schneider : veo que presenta el Foro de la víspera como una noche de debate interno. Un clic, y leo un artículo de Le Monde firmado por Marie-Béatrice Baudet. Adiós al siglo XVI! Me veo conducido al día de hoy. "Respondo" a este artículo con un mensaje que figura aún, acabo de asegurarme de ello, entre los comentarios: "Gracias a Le Monde por haber delegado a Mme Marie-Béatrice BAUDET para hacer bromas a expensas de los lacanianos aficionados a los juegos de palabras. Pero "Timeo Danaos et dona ferentes". No voy a abusar de eso. Mi homenaje a Mme Bacqué que arremete sobre "la pequeña soirée de debate interno contra el FN" Mmes MM las periodistas, desde el momento en que están allí, se terminó el debate interno. Esta soirée está en todas partes en las pantallas, la red, las redes. Y en efecto la resistencia del melenchonismo va a derrumbarse de aquí a mañana. JAM". Texto a BHL:"Qué hacemos ahora? Qué travesuras de burgueses y compinches vamos a inventar?" Me llama: Resulta que la cobertura mediática es muy buena. Evoco un artículo de Le Monde, lo veo con los ojos de las mentes que levantan los hombros. Tiene la calma de las viejas tropas. Estima que no hay que esperar más.

Marie-Béatrice reporter
No quisiera que Marie-Béatrice Baudet pueda pensar que tomamos su trabajo a la ligera. Le Monde es nuestro diario de referencia, nada ni nadie que está en Le Monde es recibido con indiferencia. Usted fue leída, señora, me hago garante de ello. A partir de la segunda frase de su texto, usted saca un balance del acontecimiento: "Al final, escribe usted, una buena noche entre amigos". Comprendemos que todo lo que usted escribirá luego será para ilustrar el diagnóstico planteado de entrada. Sin embargo, está la tribuna allí para lo esencial, de los psi y de los políticos. ¿Se conocían antes? No. Felizmente estaba BHL para hacer de pasador, porque él está cómodo en esos dos mundos. Usted señala luego que Jack Lang no está allí. Si, Marie-Beatrice, estaba allí, en medio de la sala, todo el mundo lo vio. Solo que, víctima de una mala caída el día anterior por la noche, como su rostro hinchado lo mostraba, renunció a expresarse desde la tribuna testimoniando su apoyo con su presencia. Hubiera tenido usted todos los detalles si se hubiera dirigido a Carole que la hubiera recibido a su llegada. Usted habla luego de "centenas de personas que vinieron a participar al Foro". Marie-Béatrice, en una sala hay lugares; esos lugares son unidades que se cuentan, no estamos en una manifestación de la calle donde las cifras siempre son cuestionadas. Carole, psiquiatra, psicoanalista, encargada de los contactos con la prensa, no quería más que decirle que hay precisamente 450 lugares en la sala, y que con las sillas plegables podían sentarse 516. Carole no hubiera tenido ninguna dificultad en reconocer que el número de presentes era superior a 450 e inferior a 500. Incluso hubiera podido precisarle que la parte superior de la sala estaba vacía, mientras que pensábamos llenarla, pero que esta decepción fue compensada por el hecho que el número de los medios acreditados, televisión, y prensa escrita, incluida la prensa extranjera, fue superior a lo que esperábamos: 37. Antes del final de la noche, la lista de esas acreditaciones estaba puesta a disposición de la prensa por la redacción de la Regle du jeu. Usted señala que se cobraba un precio por la entrada, la mitad para los jóvenes y desocupados. A usted le parece raro, exorbitante. Béatrice, veamos, hemos hecho 20 Foros a través de toda Francia sin un céntimo de subvención. Las salas, los lugares, los azafatos, e incluso las masitas que la prensa se tragó tan vivamente que daba placer verlo, todo eso no crece en los árboles. Eso se paga. Es perfectamente normal que la prensa que cumple una misión esencial de información del público en una democracia se beneficie de las subvenciones, y nosotros no, pero eso nos obliga a pedir al público una participación en los gastos. Veo que será necesario que todo esto se publique. Haremos la diligencia. Ahora hemos tenido una cierta incidencia en la campaña presidencial, es normal que seamos examinados. Usted escribe con su estilo florido: "El anfiteatro rebosa de psicoanalistas, de pacientes y de eruditos". No piensa usted que el lector se preguntará, ¿Béatrice, cómo usted distingue en la multitud de hoy un analista, un paciente, un erudito. ¡Ah! eso debo decirlo, "el erudito", es un hallazgo. Recibimos eruditos. Eruditos que quieren escucharnos. ¿Son personas con anteojos, con los bolsillos llenos de libros y con grandes gestos entusiastas estilo Umberto Eco? Dígame Beatrice, dígame como reconocer y sobre todo como atraer eruditos, en tanto que, cuando hago un curso, digo siempre « Emmanuel Kant, filósofo alemán del fines del siglo XVIII" Hay algo que la intranquiliza en la evocación por parte de BHL de la idea del "Frente republicano". Eso le parece exagerado, grandilocuente, usted se burla. Pero su diario todos los días, ¿lo lee usted?, habla del Frente republicano, y eso se parece en efecto, a lo que se esbozó la otra noche en el Foro: gente de derecha, de izquierda y del centro que se reúnen en contra la extrema derecha. "Resuenan algunos juegos de palabras, delicias de los Lacanianos". ¡El cliché! Obsoleto. Lacan adoraba los juegos de palabras. Nosotros, mucho menos. Se creería que usted escribió su artículo sin dejar su cama, porque nadie escuchó más de dos o tres juegos de palabras. El "caucheMarine" (juego con cauchemare pesadilla) lo dijo el Presidente de la Asociación Mundial de Psiocanálisis, un catalán, mi amigo Miquel Bassols, que creía sin duda rendir homenaje a nuestra lengua. No pensó ser criticado por el cotidiano de referencia por ese motivo. Usted, dice, espera el debate, y no viene. Pero un Foro, Béatrice, no es un debate contradictorio, es un esfuerzo de movilización. En eso, no sé, usted estaba cansada, usted contaba cualquier cosa. Por casualidad, ¿no se cayó usted el día anterior como Jack Lang? Usted dice que yo me considero un general. Si, de acuerdo, hay algo de eso. Pero la idea que vamos a hundir las defensas melenchonianas el jueves a la noche y que luego vendrá el momento de empujar las tropas derrotadas, lo que se hará en el seno de las familias, de las reuniones de compañeros-compañeras, en los debates de la vida cotidiana, esta ideas, la escribí hace dos días negro sobre blanco en un texto a Anna Mouglalis, y no estaba enardecido por nada, sino tal vez por su encanto y su belleza. Llegué al último párrafo, donde BHL se alegra de que el Foro sea tendencia en las redes sociales. Béatrice, la dejo. Usted también tiene encanto. ¡Y qué lindo nombre! Lacan tiene una frase enigmática sobre la Beatrice de Dante: "Una mirada, la de Beatrice, es decir tres veces nada, un parpadeo y el desecho exquisito que resulta". Su mirada sobre nosotros, tres veces nada, y luego este artículo. ¿Es desecho? ¿Es exquisito? Según. Como dice el Pseudo-La Fontaine, "Según sus gustos juzga la bestia!"¡Oh! Macron elegido! Y bien elegido. Desterremos cualquier elocuencia. Y bien, una noticia que es buena.

Traducción: Silvia Baudini