Intervienen: Liliana Aguilar (Red de la EOL Sección Córdoba), Darío Galante (Hospital Álvarez), Mónica Gurevicz (PAUSA) y Silvina Rojas (Red de la EOL).
Interlocución y coordinación: Adrián Scheinkestel.
Actividad abierta - Modalidad Híbrida
¿Qué cambia. qué se renueva en la práctica analítica contemporánea?
En la presentación de Polémica Política, Miller propone repensar la clínica y revisarla desde el discurso analítico a la luz del momento actual. Llega incluso a poner en cuestión el nombre mismo de "clínica", término que proviene de la psiquiatría clásica, del discurso amo, y que lleva la marca de la diferencia entre jerarquías: el que sabe, el que dirige, el enfermo y lo patológico.
Nos orientamos tanto por la existencia de la hipótesis del inconsciente, como de la existencia de la contingencia. Ambas dan lugar a la invención abriendo la posibilidad de un cambio de acento[1] respecto de la práctica
Estas vertientes nos permiten formalizar la posición del analista y localizar la función del deseo que lo anima a asumir riesgos respecto de lo real en juego. Es en este sentido que Miller define la posición de analista en tanto hacer frente[2] a los impases de la civilización, sus fallas, sus imposibles y ante los agujeros que provocan el azar y la contingencia. J.-A. Miller en "Como se deviene psicoanalista en los inicios del siglo XXI [3], dice que es el olvido de la clínica lo que funda la operación analítica, espera "analizantes perpetuos". Nos recuerda que Lacan, en el escrito sobre Joyce, hace un esfuerzo por "inaugurar una práctica posjoyceana del psicoanálisis, esa que no recurre justamente al sentido para resolver el enigma del goce, esa en la que no se cuenta hystorias[4] sino que, más allá del discurso del inconsciente, apunta a restituir, en su desnudez y su fulgor, los azares que nos llevaron a diestra y siniestra."[5]
Estos son algunos de los temas que planteamos para interrogarnos y convocar a un trabajo de Escuela en referencia a la práctica para continuar investigando sin desechar ningún elemento de la enseñanza de Lacan, tal como lo hizo él mismo en su relectura de Freud y que ha permitido hacer lugar a lo inédito y reavivar la pasión por la ignorancia. Para ello hemos convocado a colegas enlazados a la práctica del psicoanálisis en los dispositivos de la Escuela, del Campo freudiano en su conjunto y de su actualidad por la incidencia del discurso analítico en la institución hospitalaria.
En aquella presentación mencionada, Miller invita a elaborar en nuestros carteles, en nuestras conversaciones clínicas, la manera de ser de nuestra época. Es a partir de su convocatoria que el Consejo propone hacerse eco de ella para causar un trabajo de Escuela, promoviendo la cartelización para abrir interrogantes en torno a la práctica psicoanalítica, para elaborar así lo que cambia, lo que se renueva, agujereando cada vez el saber establecido.
