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El Debate de la Escuela Una N° 1
 

“Autonomía”. Respuesta a J.-A. Miller
Estela Paskvan

Cher Jacques-Alain Miller,
Es evidente que mi modesta contribución al JJ ha cobrado una notoriedad que en sí no merecía, y que ha servido para que usted plantee muchas cuestiones importantes alrededor del pase en las escuelas, la AMP y la Escuela Una. Su interpretación ha sido lo suficientemente provocadora para producir otras intervenciones de colegas -no sólo españoles- cosa que agradezco.

Usted formula varios interrogantes que son claves. Intentaré contribuir, con lo que puedo, a las respuestas que ya se van produciendo.

1) Cuál es la naturaleza de los Carteles del pase en la AMP: en qué medida el pase es nacional, en qué medida es internacional. Sólo puedo abordar algunos temas parciales resumidos en esta pregunta y que ya han surgido en el debate.

* Pase deslocalizado: El pase no es “nacional”. Y menos en España donde ese adjetivo, por su connotación franquista, produce un rechazo general. ¿Es internacional? Más bien elijo lo que usted señala: el pase es deslocalizado. Y efectivamente es eso lo que hace existir a la Escuela Una. Lo experimenté varias veces. Por ejemplo cuando fui pasadora: escuchaba a pasantes que viajaban a España desde el otro lado del Océano -y que yo no conocía-, a veces eran brasileros y me hablaban en español; después viajaba a París a reunirme con cinco franceses y les transmitía lo que había escuchado de personas que ellos tampoco conocían, y en francés. ¿Cómo se sostenía este dispositivo tan exótico sino porque en los encuentros mismos, en eso que pasaba, aparecía el sentimiento de pertenecer a la misma comunidad?

* La Escuela Una: Para mí, es ésa la mediación de la Escuela Una, la que es fruto de una experiencia analítica. Y es así como existe de hecho gracias al pase. Por eso me inclino por conservar su diferencia con la AMP tal como fue su inicial intención: Una, la liviana, la suficientemente vacía para acoger lo que se pueda depositar, sin estatutos ni reglamentos pesados, la Escuela dispuesta a descompletar a la Asociación. “Penia y Poros” han sido evocados por usted en alguna otra ocasión. Hebe Tizio dice de la Escuela Una: “…un elemento de subversión interna para mantener un tipo de Escuela donde la experiencia sea auténticamente analítica”. Yo no podría decirlo mejor.

Graciela Brodsky recuerda que los AE son de la Escuela Una. Efectivamente, conviene no olvidarlo. Y propone que los carteles lo sean también y compuestos por colegas de diferentes escuelas. Es una propuesta muy tentadora. Entonces comienzan las preguntas… ¿pero quién los designa, quién hace la elección de los componentes de cada cartel? Es cuando tenemos que empezar a hablar del dispositivo y su regulación.

* El dispositivo en las Escuelas: Si el pase tiene la estructura del chiste, el dispositivo no es un relámpago, tiene que encarnarse en un lugar, localizarse. Hasta ahora los dispositivos están localizados y regulados en las distintas Escuelas –salvo en la ELP–. Esto no significa que las personas que participan en él necesariamente deban ser “locales”, o “nacionales”, o de alguna tribu en particular.

Entonces pasemos al cerca / lejos de mi pequeña nota. Miquel Bassols detecta muy bien el valor de shifter que pueden adquirir estos adverbios. Efectivamente, lo que está en juego no se reduce a una cuestión geográfica ya que no se entendería porqué he dicho que en el 95 el pase estaba cerca, en manos de los miembros, mientras los carteles estaban localizados en París. El dispositivo está cerca de los miembros cuando éstos han sido convocados para decir y decidir algo acerca de su funcionamiento. Sí –repito una vez más– así como se hizo en los comienzos de la EEP y como también recuerda muy bien Carmen Cuñat. Por el contrario, el reglamento aprobado en el 2003 y regulado por la FEEP nunca contó con la opinión ni de las instancias de la ELP ni de sus miembros. Es por eso –me parece- que es posible encontrar allí una de las razones de su desconocimiento actual por parte de los miembros en general. Asegurar que en el dispositivo haya “nacionales” no cambia la cosa. ¿Es tan difícil de entender? ¿Por qué decir esto puede resultar tan “inquietante”? No creo que mi nota expresara “malestar” ni la reivindicación “ruidosa y furiosa” que me adjudica Vicente Palomera. En fin, cuando una elige funcionar como analista –y más siendo mujer- debe saber prestarse a hacer de “an idiot”–.

Por el contrario, cuando escribí esa contribución, aún estaba bajo los efectos de mi última experiencia de Escuela Una. El reciente cartel hispanohablante del que soy más-uno acababa de nominar a Gustavo Stiglitz. ¿Cómo transmitirle a usted la satisfacción y la alegría que comprobamos todos los que intervinimos –secretariado, pasante, pasadores, cartel y éxtimo– cuando el pase se produjo?

* La regulación y control de los dispositivos: la experiencia dice que la instauración de los dispositivos del pase y sus reglamentos deben ser el resultado de un movimiento que permita que todos –miembros e instancias– se sientan concernidos. Y su funcionamiento no puede autonomizarse de tal forma que lleguen a “enfermar”. Según mi entender, hay actualmente dos formas de control: a) la asamblea de las escuelas b) la AMP. Esta última cumple actualmente una función mediadora imprescindible. Desde hace un tiempo dispone de una Secretaría del Pase que quizás podría adquirir mayor envergadura. ¿O debería crearse esa competencia en la Escuela Una? No es cualquier decisión. Y entusiasma.

* Lo Uno y lo Múltiple: es una tensión que no se puede eliminar. Por otra parte, si pudiera hacerse, sería mortífero ¿verdad? Usted sabe que hay que maniobrar políticamente con eso poniendo el acento según convenga al momento. Pero quisiera recordar que tratándose del pase hay otra tensión que es preciso no olvidar y que está en sus fundamentos: grados / jerarquías. A veces, es preciso decir a las instancias jerárquicas algo así como: “quita tus manos del pase”

2) Si la ELP está efectivamente en condiciones de regular un Cartel español del pase. La pregunta es clara. Si aún quedaran dudas en su Comentario usted precisa aún más cuando recuerda que la mediación del Campo Freudiano, de la AMP y de la actual FEEP aparecía necesaria para mantener en pie la ELP, recorrida de tensiones centrífugas…Y más adelante pregunta: “¿…si las cosas han cambiado hasta el punto en que esta mediación se haya vuelto superflua y obsoleta? ¿Es necesario comenzar a reducir los signos institucionales de esta mediación? ¿La ELP goza ahora de una unidad comparable a aquella de las tres Escuelas que tiene Carteles que le son propios: EBP, ECF, EOL?”. Confieso que quizás soy optimista, pienso que esta Escuela es comparable a las otras. Y si bien no ignoro que tiene dificultades, también ellas me parecen comparables. Es verdad que ya no cumplo ninguna función en la ex – EEP en la que durante 8 años formé parte su Bureau ni tampoco en la ELP desde 2002 por propia decisión, cuando a partir de mi nominación comencé a participar en el dispositivo del pase. De todas maneras no eludiré responder. ¿A qué unidad se refiere usted? Debo decir que la intervención de Miquel Bassols no sólo me parece formidable sino que también me alegra. Es la primera vez que escucho por parte de un miembro –y no cualquiera– de la ELP decir de esta Escuela que “la fuerza centrífuga ha sido desde su inicio su principal fuerza generadora”, que “ha comenzado a tomarle gusto a esta dificultad “que considera como rasgo específico de la ELP. En síntesis, Miquel plantea que lo que apareció como una dificultad, en realidad preserva lo incompleto del conjunto y hace “mucho más presente la necesidad lógica de esta mediación…”. Efectivamente, a partir de lo que Miquel luego señala y generaliza, pregunto: ¿la mediación del Campo Freudiano y de la AMP no se produce en las otras Escuelas? Es evidente que sí. Entonces, la cuestión se reduce a si aún necesitamos la mediación de la FEEP. No puedo pretender dar una respuesta taxativa. Sólo decir que tengo la impresión que cuando ha habido algún problema en la ELP –como fue en la preparación de las últimas Jornadas– ha sido Eric Laurent, es decir, el Delegado General de la AMP, quien ha intervenido en calidad de éxtimo. ¿Qué mediación ha hecho efectivamente la FEEP en las “fricciones” a las que usted alude? Es lo que deberíamos saber para decidir si su mediación se ha vuelto superflua u obsoleta.

Esperemos que el debate continúe en este 2010 que se inicia con tan buena perspectiva.

Con afecto, 02/01/10