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El Debate de la Escuela Una en la EOL N°5
 

El pase, modelos para armar
Catalina Guerberoff

La confianza en el dispositivo del pase se produjo, en mi caso, después de escuchar los primeros testimonios, que dieron vida a los términos opacos de la "Proposición…" aunque no sin los sobresaltos de un saber puesto siempre en cuestión. Un solo ejemplo: hace alrededor de catorce años un compañero de la EOL, Aníbal Leserre, fue nominado AE. El recorrido de su exposición me resultó sorprendente en el punto de que su análisis había proseguido durante el dispositivo del pase, una vez finalizados los encuentros con su analista, en contraposición con la idea circulante de que un final de análisis lacaniano era de una vez y para siempre.

Estamos a punto de discutir la reconfiguración del pase, y esto excede los dispositivos y los pone en cuestión, así como los efectos del pase pusieron en el banquillo, sucesiva aunque no ordenadamente, los saberes dominantes en la Escuelas. Es indudable, también, que el pase ha producido sus propias ideologías, y que la presentación de un testimonio a la comunidad –de una Escuela, de la AMP, o a la ciudad– implica siempre la tensión entre lo que se quiere decir, lo que es escuchado en lo dicho y desde dónde, y el resto. Están en juego los análisis de cada uno, las referencias textuales, los saberes imperantes en determinados grupos, impensables por fuera de la diacronía y los matemas de cada época.

Eric Laurent recuerda unas palabras que Lacan le había dirigido: el análisis realiza, sobre la novela que cada uno escribe de su vida, una contracción del tiempo que la transforma en un cuento en el que se descubren efectos de estilo. En relación a los testimonios del pase, no todos los sujetos son afectados de la misma manera al escucharlos por primera vez. Por eso me parecía apropiado sumar otra metáfora para oponer lo que se dice en un análisis hasta el final, y los testimonios –con la operación de reducción, sorpresa y transmisión inmediata que éstos comportan–. Cortázar comparaba al cuento y la novela con un combate de box: decía que las novelas son matches que se ganan por puntos en el último round, y los cuentos peleas que se ganan por knock out en el primero. Metáfora temporal y de constricción del sentido, pero también de impacto y emoción, que deja restos, caminos abiertos, modelos para armar.