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Referencias en la obra de Lacan
 
Número 33
 
Antifilosofía

Nota preliminar

"De nuestros antecedentes, Momento de concluir, Monsieur A."

En la obra de Lacan siempre estuvo presente el "espacio poético" que conjuga psicoanálisis y poesía. Desde el comienzo de su obra hasta el final de la misma enseñó con la poesía y nos dejó marcas en el camino que él había trazado y recorrido.

Algunos de esos hitos fueron: aquel escrito inaugural "De nuestros antecedentes" que evoca el eco que tuvo su tesis en los medios surrealistas y que reanudó "un lazo antiguo: Dalí, Crevel...". Allí pone de relieve las producciones literarias [1] de Aimée, el caso quepresentó y discutió en su tesis de 1932, recuerda que éstas habían sido recogidas "bajo la rúbrica (reverente) de poesía involuntaria por el poeta Paul Eluard". Muchos años después, en abril de 1974 [2], en el seminario 21, se refiere a Tristán Tzara, aquel surrealista a quién él le había enviado La instancia de la letra sin demasiado éxito, y dice "pero esto se explica por el hecho de que eran poetas, y como lo hizo notar hace mucho tiempo Platón, no es para nada forzado, es incluso preferible que el poeta no sepa lo que hace. Esto es lo que le da su valor primordial, ante lo cual, en verdad, no queda sino bajar la cabeza" y plantea una homología "entre lo que tenemos como obras de arte y lo que recogemos en la experiencia analítica". En el "Momento de concluir, en 1977, seminario 25 [3], enfatiza el valor para el psicoanálisis la poesía y el poeta, el "arte analítico". En 1980, cuando concluye su enseñanza en la "Escuela freudiana de Paris", en su último documento [4], nos sorprende con "Monsieur A" y Tristán Tzara.

En el Referencias... Nº 32, recordábamos que Lacan escribe "Monsieur A" cuando, en el momento de la Disolución indica la ruta a seguir de una manera muy precisa, incluso se podría decir que se trata de una nueva Proposición.

Las primeras líneas de ese documento hablan de sus divergencias con el surrealismo y es en ese contexto que se refiere a Tristán Tzara [5] recordando, una vez más, el episodio de La instancia de la letra y subrayando aquello que compartían, a saber: lo que había significado para ambos François Villon, el último poeta medieval de Francia, (1431-1463) y acaso el primero de los que más tarde se llamarían "poetas malditos". Cabe agregar que la poesía de Villon era sublime y grotesca, que su lengua era muy personal y a veces muy popular, no ajena a la sátira social. En la obra de Villon hay juegos de palabras e ideas de doble significado. Su gran mérito como poeta reside en la subjetividad de su poesía, con la que hablaba de sí mismo y los de otros con idéntica franqueza. Los poemas ofrecen así un retrato vivo y por lo general fiable de su época. Entre sus principales obras están Los Lais también conocidos como El pequeño testamento (1458) y El gran testamento (1481)

Lo que podríamos llamar el "testamento" de Lacan, el documento "Monsieur A", no solo nos envía a aquel poeta sino también a buscar los Manifiestos del señor Aa , el antifilósofo [6], esto es a los Manifiestos de Tristán Tzara, afirmando " Este Monsieur Aa es antifilósofo, es mi caso. Yo me sublevo, por decirlo así, contra la filosofía. De lo que no caben dudas, es de que es cosa terminada. Aunque me temo que le va a brotar algún retoño."

Ahora bien, Lacan ya había presentado la antifilosofía, con cierto escepticismo, en "Peut- étre à Vincennes" [7], allí había escrito una segunda "Proposición de Lacan" destinada a un programa de psicoanálisis que incluía lingüística, lógica, topología y antifilosofía [8]. Parafraseando a Tzara le dio ese nombre a « la investigación de lo que el discurso universitario debe a la impostura [9]"educativa"» y continúa "No es la tan triste historia de las ideas la que daría cuenta por completo (de este fraude) Una antología paciente de la imbecilidad que la caracteriza permitirá, lo espero, poner en evidencia, su raíz indestructible, su sueño eterno. Solo hay despertar (de este sueño) por lo particular".

No es azaroso que Lacan en esa carta con la que inicia su Causa Freudiana recuerde a Tristán Tzara y, al mismo tiempo, insista en sus divergencias con el Surrealismo, aun cuando sabemos que esto no fue un obstáculo ni para su amistad ni para descubrir su valor para el psicoanálisis y la poesía, pero, por eso mismo importa precisar su posición. Lacan nos ofrece su testimonio, el de "un hombre que ha vivido entre dos guerras", y dice: ese tiempo "que yo he vivido con Giraudoux, Picasso y los surrealistas — y en todo esto, de original no había más que Giraudoux y Picasso (muy anterior)– los surrealistas eran una reedición. Todo lo que hizo su vigor había existido antes de 1914" [10].

¿Y Tzara? Tzara fue un espíritu crítico, lo fue tanto del surrealismo como del Dadaísmo. Citemos sus palabras con las que quizás Lacan acordaría: "Nuestro horror por la burguesía y las formas con que ésta revestía su seguridad ideológica en un mundo que quería fijo, inmutable y definitivo, no era, para decirlo con exactitud, una invención de Dada. Baudelaire, Lautréamont y Rimbaud lo habían expresado ya, Gérard de Nerval había construido en las antípodas de la burguesía su mundo particular, en el que zozobró después de haber alcanzado los límites del conocimiento más universal. Mallarmé, Verlaine, Jarry, Saint-Pol-Roux y Apollinaire nos habían mostrado el camino." (...) entonces, "Este movimiento, en el que no se ha querido ver más que el lado destructivo ¿era necesario? (...) y responde "Se trataba de cambiar un estado de cosas considerado como dañino e informe" (...) "Dada emprendía la ofensiva y atacaba el sistema del mundo (anacrónico) en su integridad, en sus bases, porque lo hacía solidario de la estupidez humana, de esa estupidez que culminó con la destrucción del hombre por el hombre, de sus bienes materiales y espirituales" [11]

 
 
Notas
1- Jacques Lacan, "De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad", 1976, siglo veintiuno editores, sa, México.
2- Seminario 21 " Los incautos no yerran"( Les non dupes errent ) 9 de abril de 1974.
3- Lección del 20 de diciembre de 1977.
4- Cf. 18 de marzo de 1980 en Ornicar? Nº 20-21.
5- Cf. "Del Dadá al Surrealismo" El Surrealisno, el Dr. Lacan y el efecto de creación, en Referencias...N 31, Pág.14.
6- Tristan Tzara , Siete Manifiestos Dada, 1979, Tusquets Editor, Barcelona, p.29 y 37.
7- Jacques Lacan, Peut- étre à Vincennes, Ornicar? Nº 1, p.5.
8- Germán García, "Lacan saluda a Tristan Tzara", en ¿Conoce usted a Lacan? Marie-Pierre de Cossé Brissac, Roland Dumas y otros, 1995, Paidos Campo Freudiano, Ediciones, Paidos, Barcelona, p164.
9- En las traducciones al castellano de esos párrafos encontramos el término "suposición" (supposition), pero en francés hay una tercera acepción de "suposición": "fraude, mentira" y en el Diccionario de la Lengua Española la cuarta acepción es " impostura o falsedad ". Nota de Traducción de Diana Etinger.
10- Seminario 16, "De un Otro al otro", clase del 19 de marzo de 1969.
11- Tristán Tzara, El Surrealismo de Hoy, 1955, Ediciones Alpe, Buenos Aires, p. 27, 28 y 30.