RedAcción |
Número 27 |
Palabras de Liliana Rossi, vicepresidente de la Red |
Queridos amigos: Comienzo la presentación de las IV Jornadas de la Red con el reconocimiento de la Secretaría ejecutiva a la Comisión organizadora, coordinada por Marita Manzotti, en la que Beatriz Gomel, Nora Silvestri y Pedro Pablo Casalins han aportado criterio y creatividad. De esto último es insignia el poster de convocatoria, cuyo artístico collage fotográfico fue elaborado por Marita Manzotti. Como en todo recorte de la actividad que se despliega a través de la red, este panorama no reflejará nunca todo, sólo lo posible dentro de ciertos tiempos, rasgos temáticos, o límites de discrecionalidad de nuestra práctica. Los analistas que participamos en el conjunto Red, lo hacemos a título de miembros de la Escuela y en su mayoría también de la AMP, estando por ello comprometidos en el lazo intensión-extensión. Desde su creación, nos hemos ocupado de pensar cuales eran los modos de llevar el potencial de este dispositivo a un nivel cada vez más óptimo y más digno para lograr ampliar el alcance del significante Red de la EOL en la ciudad. A esta tarea ha estado abocada durante este año la Secretaría Ejecutiva junto al Consejo Plenario: repasando lo hecho y diseñando lo porvenir en materia de gestión, para que, en tanto instrumento del proyecto asistencial de la EOL, la Red se oriente a la demostración de la utilidad social de la escucha. Esa consolidación deberá encontrar los caminos más aptos para que resulte ajustada a la particular inserción del psicoanálisis en nuestro contexto, lo cual implica una tarea continua de lectura de las demandas, tanto las que recibimos a través de ella, como las que escuchan nuestros analistas en otros lugares de inserción de su práctica. Esa lectura no puede resultar mejor que del "dar cuenta" que cada analista hace ante la comunidad clínica de la red, sea sumándose a los debates en los grupos de discusión, investigación, clínica de la admisión o el seminario diurno sobre Psicoanálisis aplicado en la Red. Finalmente es eso lo que recogen nuestras Jornadas anuales, que a su vez motorizan investigaciones dirigidas al Encuentro Americano. El título de las mismas está en consonancia con el que convoca el próximo Encuentro: El síntoma y el lazo social. Ponernos a tono con esa temática no implicó forzamiento alguno, ya que recuerdo con satisfacción que hace 3 o 4 jornadas atrás, hicimos un trabajo de investigación a través de la clínica de la admisión, donde ponderábamos que eran justamente las problemáticas del lazo, las que estaban a la cabeza de las consultas. En aquel momento, apoyamos la formalización sobre la sencilla distinción delineada por Miller entre síntomas intrasubjetivos –más tipificables- y síntomas intersubjetivos, donde el malestar emerge en los vínculos, siendo en estos casos especialmente útil el concepto de partenaire-síntoma. Pensamos que aunque los mismos redoblan la función de desconocimiento, paradójicamente pueden constituir una vía regia respecto a la ubicación del núcleo de goce que encarnan. Desde entonces, en los distintos espacios, hemos seguido comprobando ese motivo inicial en las demandas, por lo que resulta de total pertinencia que nuestra convocatoria retomara ese sesgo. Esperamos que estas jornadas hagan lugar a nuevos encuentros y provoquen mayor elaboración de esta casuística con miras al Encuentro Americano. Los trabajos que escucharán hoy, trazan el hilo de una problemática que recorre variadas formas: niños en riesgo de quedar excluidos de lazos diversos –escuela, barrio-, por conductas violentas; jóvenes toxicómanos a los que sin embargo el vínculo con el partenaire sexual les hace síntoma; ataques de pánico interpretables como ataques en el lazo; el límite biológico de la maternidad poniendo en cuestión una larga evitación de la pareja debida a un duelo; la pareja estrago; la pregunta por la actuación que lleva a una mujer a cambiar sexo por dinero; la división entre el ideal y el goce homosexual en la elección de objeto, etc. Planteos casi todos que ponen en juego de entrada esa dimensión intersubjetiva. Podrán apreciar también diferencias, no sólo de estilo de cada analista, sino respecto a modos de oferta del dispositivo, con o sin tiempo prefijado, etc. Hay trabajos que comentan las intervenciones del analista, haciendo uso de una pragmática que no apela conceptualmente al inconsciente y la transferencia, mientras otros derivan los efectos de lo que llaman "reestablecer la dignidad del significante". Permiten así, un debate paralelo al que se está produciendo en las Noches del Consejo sobre Psicoanálisis aplicado: los efectos ¿Con o sin puesta en juego del inconsciente transferencial? Se trata sin embargo de ubicar de entrada el modo de goce singular para orientar las soluciones a un hacer con… Todo esto bajo un mismo significante que nos reúne hoy: Red asistencial de la EOL. El diseño que la Comisión ha dado a esta Jornada, deja espacio para que las conclusiones de la mesa de cierre nos digan si asistimos a la sorpresa. Abrimos estas jornadas con las palabras pronunciadas por Miller al cerrar el PIPOL 3: "Eso supone restablecer el espíritu del psicoanálisis en sus comienzos(…)El psicoanálisis sabía entonces que, para ser completamente riguroso, le hacía falta ser un poco extravagante. …(Somos) pragmáticos paradojales, que no tienen el culto del ´eso marcha´. El eso marcha no marcha nunca. Nuestro buen humor viene sin duda de que nosotros sabemos que eso fracasa y de que creemos fracasar de la buena manera. Estemos persuadidos de que se tiene necesidad de nosotros." Damos comienzo a las IV Jornadas de la Red Asistencial de la EOL. |