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Sobre el Cartel
El cartel, hoy

Por Osvaldo Delgado

Punto I
Lacan en la "Excomunión" dice: "El mantenimiento casi religioso de los términos empleados por Freud para estructurar la experiencia analítica, ¿a qué se debe?".

Esto cae, o más bien debe caer todo el tiempo sobre nosotros.

El cartel, término forjado por Lacan, anudado a una concepción del análisis y a un modo de lazo llamado "órgano de base". Suficientemente formalizado y con muchos años de vida en el lacanismo. Al respecto existen varias cuestiones que se interceptan, se superponen y hasta se confunden.

Las voy a formular mediante preguntas enumeradas en una progresión:

1) ¿La experiencia del cartel en nuestra comunidad, sigue o no verdaderamente, respondiendo a los fines para el cual fue concebido?

2) ¿Obedece al imperativo de una coyuntura histórica en la preservación del psicoanálisis?

3) ¿Se ha transformado en "liturgia" lacaniana?

4) ¿Las condiciones de su generalización en la fundación de la EOL, acompañadas de los denominados GEM, tomados estos últimos de la historia de los grupos de estudio, con la finalidad del reclutamiento inicial, pese a los esfuerzos para su diferenciación, desdibujó en la práctica la especificidad del cartel, retornando sintomáticamente como pequeños GEM?

5) ¿El hincapié puesto en Jornadas, coloquios, etc., en el producto y no en las condiciones de producción, en los obstáculos, impasses y fracasos, implica un deslizamiento de la práctica de la elaboración de saber, síntoma del lazo asociativo, y un achatamiento en la formación del analista?

6) El cartel, órgano de base de la Escuela de Lacan.

La escuela Una, es y no es la Escuela de Lacan.

El nombre de este "es y no es" se llama: orientación lacaniana.

Nombre también de decirlo NO al mantenimiento religioso de los términos empleados por Lacan, esto podría implicar un cambio en el estatuto conceptual del cartel o en su pragmática.

7) El cartel implica tanto el juntarse como el separarse. También la dialéctica del con otros con la responsabilidad del cada uno. El producto no es para sí mismo sino para el conjunto. A esto lo llamamos, "transferencia de trabajo".

El "juntarse-separarse", opera tanto contra el efecto masa, como contra el efecto cínico.

No es "in efigie, in absencia", y a su vez se distingue de la sugestión por el tratamiento del real pulsional.

Clínica y política, anudadas a la dimensión ética.

¿Cuál es hoy el valor de uso del cartel en nuestra comunidad y en nuestra época, para la pervivencia del acontecimiento Freud?

8) El destino del significante es coagularse en una significación. Esto es efecto religioso. Cuestión que está en el núcleo de la formación del analista.

9) Pese a los grandes esfuerzos de la Comisión de Carteles (perfectamente testificado), existe en relación al cartel cierto efecto "depresivo", que sabemos envés del ideal, marcando la desresponsabilidad del sujeto. Tendencia al "desinflamiento", pareja el decaimiento de la práctica de la supervisión.

Se produce en nuestra experiencia cierta caída del valor agalmático inicial.

¿Este decaimiento es efecto de cierto valor de psicología de masas en su introducción generalizada?

10) Sin embargo nos debe llamar la atención que haya tantos colegas y con tanto entusiasmo que se comprometen en un dispositivo no avalado por el mercado.

¿No es esto acaso lo que esperaríamos de un cartel?

Punto II
Existen cuatro modos de producción de conocimientos: la deducción, la inducción, la analogía y la abducción.

Los tres primeros son reconocidos como tales por el positivismo; el cuarto lo agujerea.

En nuestros términos, los tres primeros tienen la garantía del Otro, el cuarto refiere al S(/A). Lo considero solidario con la caída del velo del horror al saber.

J. A. Miller, en "Cinco variaciones sobre el tema de la elaboración provocada", tomando como objeto de interrogación al Cartel, lo extiende al problema de la Transferencia de Trabajo. Recordemos la variación del discurso histérico que realiza para ordenar el lugar provocador-provocado y la Transferencia de Trabajo. Dice: "El más uno no es el sujeto del Cartel, le corresponde insertar el efecto sujeto en el Cartel, toman a su cargo la división subjetiva y a su vez exige que el más uno, no se apropie el efecto de atracción, sino que lo refiera a otra parte, entre nosotros a Freud y Lacan."

A su vez, Miller, pone en correlación abducción con el deseo de saber en su seminario sobre el Post-Analítico y citando a Pierce lo llama "La capacidad de adivinar".

Del mismo modo encontramos en Freud "El Phantasieren".

Dice el 25 de Mayo de 1895: "Durante éstas últimas semanas he dedicado a este trabajo cada uno de mis minutos libres. Todas las noches, entre las 11 y las 2, no he hecho más que imaginar (Phantasieren), transponer (Ubersetzen), adivinar (Erraten) y sólo se detenía cuando se topaba con una absurdidad o cuando ya no podía más".

Y a la altura de "Malestar en la Cultura", refiriéndose a la introducción del concepto de Pulsión de Muerte en 1920, exclama: "Al principio presenté estas concepciones con la única intención de ver adonde llegaban, pero, con los años, han cobrado tal dominio sobre mí, que no puedo pensar de otro modo".

De un modo maravilloso Freud articula estas cuestiones en "Análisis Terminable e Interminable", cuando se refiere a un salto lamentable en el Análisis del Analista. Este saldo, está sostenido en los mecanismos de defensa, que implican dirigir las curas, haciendo un ejercicio del poder del lugar del analista, dirigiéndolas desde los propios mecanismos de defensa. A su vez ese saldo lamentable se expresa en la comunidad analítica, bajo la forma de la hostilidad y el partidismo, que atentan contra la exploración e investigación analítica.

Por lo tanto, Transferir Trabajo, indica la provocación provocada, de una división subjetiva, que sostenga una elaboración de saber en tanto demostración y prueba. Tal provocación, se asienta en una enunciación que ha atravesado cierto punto de Horror al Saber, apto para el proceso abductivo.

Marzo, 2001