Jacques-Alain Miller on line |
21-01-2017 |
Cuestión de Escuela: acerca de la garantía |
Pronunciado a modo de introducción en la tarde de la Garantía de la ECF Considero apropiado tratar las relaciones entre discurso del analista y discurso del amo bajo la égida de la Garantía: En efecto, ¿qué es la garantía?. ¿Qué es el título de Analista Miembro de la Escuela que otorga la comisión de Garantía de la Escuela? Es el sesgo por el cual nuestro grupo analítico se hace representar en el discurso del amo, en tanto que ese grupo se constituyó como una asociación, una asociación legal, regida por la ley de 1901 y distinguida hace algunos años con el título "de utilidad pública" por el gobierno. Por lo tanto no es "Sin garantía Del Gobierno", para retomar el término de Serge Cottet. El algoritmo del amo Si seguimos a Lacan, el capitalismo sustituye por el sujeto dividido al significante amo, en el lugar arriba a la izquierda del esquema, que es el del semblante. En términos políticos, se dice "individualismo democrático". En otros aires, el discurso del amo subsiste tal cual, en particular bajo formas intensificadas donde el significante Uno es exaltado como sagrado, divino. Lo religioso domina allí a lo social. Incluso creemos observar entre nosotros veleidades de retorno a la dominación de lo religioso. Dejo esto abierto. ¿Qué es lo que ocupa hoy el lugar dominante en el discurso del amo? De hecho, la respuesta no es unívoca. Acabo de decir que en términos políticos era el sujeto barrado, el sujeto del individualismo. Pero me ha ocurrido sostener que era el objeto a minúscula, como lo que está en el "cenit social". Según Philippe De Georges, lo que domina es S2, bajo la forma de la burocracia. Finalmente, podemos decir que es siempre S1 que en definitiva hace que se sostenga el discurso del amo. El psicoanálisis en plural La Escuela murciélago Un contra lobby Un gran número de padres de autistas hicieron del psicoanalista el chivo emisario de su malestar y se formaron en un lobby. Y bien, para las asociaciones analíticas hay una elección forzada: deberán formarse en contra lobby, es la lección pragmática que debe extraerse de este episodio. Cuando recibimos en el pasado una respuesta del amo que testimoniaba de nuestra utilidad para el público, fue el júbilo de nuestro pueblo. El "¡Revienta, cochino!" del Señor diputado Fasquelle no podía más que traumatizarnos. Nuestro trabajo de hoy ha tomado el giro de una elaboración de ese trauma. ¿En efecto, qué valdría nuestra garantía si el psicoanálisis mismo fuera desacreditado? Más bien que "demonizar" el psicoanálisis, esfuerzo que solo concierne al lobby de los "padres de autistas", se trata me parece, de arrojar el descrédito sobre él - como si se interpretara al psicoanálisis en estos términos: "¡Tú nos acusas de ser semblante...Semblante tú mismo!" Hacia lo real por el semblante El discurso del analista también obtiene sus efectos a partir del semblante como los otros discursos. En ese sentido no vale más. En ese sentido, es una estafa. Pero esta cae justo en la medida que disuelve no solo los semblantes de los otros discursos, sino que denuncia también el suyo propio. Cae justo, porque el resultado de su operación, aunque esta tome su efecto del semblante, es desnudar lo real. Es la paradoja de una "estafa" que toca lo real. Descubrí hace algunos días los juegos virtuales, en particular un juego, o una familia de juegos, llamada Bubble Shooter. En su pequeña pantalla, lanzan una bola sobre una cadena de bolas del mismo color, y el resultado es que todas la bolas de este color explotan, incluida la que ustedes lanzaron sobre las otras. Es bastante así como veo el efecto del psicoanálisis: in fine, su soporte de semblante, el sujeto supuesto saber, se autodestruye. Conclusión Este es, me parece, el contexto en el que debatimos esta tarde. |
Traducción: Silvia Baudini |