Jacques-Alain Miller on line |
12-04-2017 |
El diario Extimo de Jacques-Alain Miller |
Novena entrega MIÉRCOLES 12 DE ABRIL, 21:00 Jacques-Alain Miller : « Macron, nuestro Alcibíades » desde ayer, recibida aquí con abucheos, allá con ovaciones, suscitando aquí y allí loas y sarcasmos. Algo resta enigmático, sin embargo en el camino de BHL: la comparación que introduce entre Macron y Alcibíades. Alcibíades que se volvió mítico, queda en las memorias como un personaje altamente equívoco. Me contentaría con citar en ese sentido el retrato que hace un profesor emérito de la universidad de Paris IV – Sorbona, Sr. Jean Sirinelli, en su presentación de las "vidas paralelas", de Alcibíades y de Coriolan por Plutarco (Collection Bouquins, Robert Laffont, 2001, volume I, p.269). « Alcibíades tiene todos los atributos: noble, rico, bello, fuerte, inteligente, valiente, infinitamente seductor, tiene la fortuna de encontrar a Sócrates. Y sin embargo, cede a la tentación de seducir al pueblo por un gusto malsano del poder. Para Plutarco, se torna la figura emblemática de la adulación y de la demagogia: no es nada por él mismo. Es el camaleón, una suerte de Proteo que no es más que lo que su interlocutor desea que sea (el adulador y el amigo)." El acmé de la obra coincide con la entrada de Alcibíades totalmente ebrio, acompañado de hombres jóvenes envinados y de una flautista. Este se lanza subitamente en el relato del comportamiento amoroso de Sócrates respecto de él. Luego se abandona a una confesión pública delante de los invitados: sí, trató de seducir a Sócrates; sí quería hacerlo su presa; pero en el contacto con este hombre, su deseo se encendió, y no pudo más que ocultarle un saber tanto más preciosos cuanto que estaba rodeado de tinieblas. No puedo detallar aquí esta escena admirable, única en la filosofía y en la literatura, que atraviesa todos los límites impuestos al discurso por el demonio del Pudor. Alcibíades hace todo lo que un Alain Finkielkraut censuraba en la conducta de Christine Angot hacia François Fillon cuando decía en su emisión « L'esprit d'escalier » : « Nada la detiene, nada la retiene, no conoce ni escrúpulos, ni inhibición, ultrajó la decencia común, hizo todo lo que no se hace." Lacan consagró no menos de doce lecciones de su Seminario VIII, La Transferencia, a la lectura del Banquete para esclarecer la naturaleza del fenómeno del amor en la cura analítica. Bernard conoce como yo a Sócrates y Alcibíades, Platón y Lacan. Hemos estudiado en los mismos bancos, con los mismos maestros, con algunos años de intervalo (él es más joven que yo). Como no pensar que evocando la figura de Alcibíades a propósito de Macron, sabía dar una nueva juventud al rumor de la homosexualidad del candidato que tiene sus favores? Macron no había tomado trágicamente ese rumor, como Fillon, lo había sacudido con una broma, hubiera habido razones para un golpe en la nariz. Sin embargo, ¿hubiera tenido razón, por ese motivo? Qué riesgo político habría corrido el joven providencial en decir que al lado de su amor exclusivo, matrimonial, por su esposa, muy celebrado en los medios, tenía también, más discretamente o esporádicamente, algunos queridos?
No, no veo utilización política concebible sino del lado de François Fillon. Este no votó en 1982 la despenalización de la homosexualidad. Goza ahora del sostén perinde ac cadaver del sector más homofóbico de la sociedad francesa, llamé el grupo de choc ideológico « Sentido común », brazo armado político de la Manif para todos, acomodando ad majorem Dei gloriam la táctica trotskysta bien discutible del entrismo. Enfrentar a Fillon con la cuestión del estatuto cívico de la homosexualidad, hubiera sido un buen combate Emmanuel Macron. Hubiera tenido con usted a todos los "progresistas" de izquierda y de derecha que sueña con reunir, e incluso muchos conservadores, que no son reaccionarios. Hubiera hecho entrar a Francia en la era de un coming out de sentido común, si puedo decir, era que no tardó mucho en despuntar, y que permitiría finalmente al pueblo francés medir la amplitud de lo que el país le debe a sus lesbianas y a sus gays. Emmanuel Macron, Brigitte Macron, piensen en ello: no es demasiado tarde Comunicado del 12 de abril de 2017 Los activistas que se revelan todos los días en el gran movimiento de masa de los Foros serán invitados por mí a unirse a esta Red.! — Jacques-Alain Miller Este jueves, debate sobre la salud mental Agrega: « Evidentemente, usted está invitado, Si desea difundir la información entre sus colegas, no lo dude. El derecho de entrada es de 10 euros y la inscripción debe hacerse previamente con el secretariado: Laetitia GALIAN, 01 48 00 97 96. » Finalmente, Fernando me da la siguiente precisión : « En relación con su tiempo para hablar: 1o minutos, como los representantes de los candidatos. Y luego, fuego a voluntad. Tenemos 3h30 para discutir. » La estatua de Hadrien Desde Atenas, en el museo Nacional, leo su comunicado. Estoy orgullosa y emocionada de estar allí. Delante de la estatua de Hadrien, pienso mucho en esta frase que Yourcenar le hace decir: "Me sentía responsable de la belleza del mundo". Para vivir felices vivamos casados Desde 2013 el casamiento entre dos hombres es legal. « Le Figaro » señalaba en mayo de 2016 que había habido 25 900 casamientos del mismo sexo desde la promulgación de la ley. Eso no debe hacernos olvidar que el matrimonio ya estaba presente en los homosexuales antes de la ley de 2013, lo indiqué en mi última nota en la cual acentué la dimensión de cubierta, disimulación, coartada del matrimonio que viene a recubrir lo imposible aceptación del deseo singular por una unión convenida y admitida por todos. Es otra vertiente del matrimonio la que quisiera abordar hoy. Se puede tener deseos homosexuados y estar sinceramente enamorado de una mujer hasta el punto de querer unir su vida a ella. El amor homosexual por las mujeres es conocido desde hace mucho tiempo, podríamos citar varios célebres: Wilde, Verlaine, Aragon o Gide, si bien su deseo estaba poco orientado hacia las mujeres, su amor se dirigía a Una mujer, al menos por un tiempo. El homosexual tiene al menos una mujer en su vida, Freud lo describió precisamente, es su madre. El amor del homosexual masculino por su madre está a la altura de la barrera del deseo por el Otro sexo que él le levanta. No hago de esto un "para todos", la variedad de las homosexualidades es innumerable. No impide que en tiempos de Edipo no tan lejanos, el modelo de la homosexualidad masculina ejemplarmente desplegado por Lacan en El Seminario Las formaciones del Inconciente esté basado en el principio de la "relación profunda y perpetua con la madre" (p. 207). Por eso, cuando el sujeto homosexual está auténticamente enamorado de una mujer, lo está en la continuidad materna, amante, protectora, incluso posesiva y en general poco contaminada por el deseo que le reserva a los hombres. No es una unión vivida con el modo de la culpa, es una unión a la vista de todos, un amor verdadero que no le da a menudo a la esposa el despliegue que esperaba o que ella no esperaba por otra parte, pero ella se reconoce allí de todos modos bastante bien por una posición típicamente histérica de sostén del esposo del que conoce sus falla. Forman en general una pareja muy sólida, tan indestructible como el amor por la madre. Una real unión, franca, edípica para desear y muy envidiable para la mayoría de las parejas. Concurso de belleza, voto útil y tiempo lógico J.M. Keynes, a propósito de los mercados bursátiles, propuso el apólogo de un "concurso de belleza" singular, en el cual no se trata de votar por aquel o aquella que uno prefiere, sino decir cual competidor(a) tendrá el mayor número de sufragios. En suma, se le pide a cada uno decidirse en función de su anticipación de voto de los demás. Y como "los demás" están en la misma situación, el concurso pide decidir lo que los otros piensan que los otros piensan, etc. Vértigo de la puesta en abismo especular, juego de par o impar, efecto hipnótico de la dimensión imaginaria, angustia del arquero frente al momento del penal - va a tirar a la izquierda o a la derecha? Si pienso que en general prefiere tirar a la derecha, puede pensar que yo pienso, y entonces... Más calculo, más crece la incertidumbre - de allí, nos dice Keynes a propósito de los mercados bursátiles un "fetichismo de la liquidez": los valores líquidos tiene esta ventaja que puedo desembarazarme más rápido frente a los menores signos de nubes. Pero es la situación misma en la cual debo decidirme lo que deviene cada vez más líquida, y exige decisiones cada vez más rápidas, que aumentan la incertidumbre - y la angustia. En Francia y más allá alrededor nuestro, la atmósfera política es, a opinión de muchos (y de mí misma), bastante angustiante. Y esta angustia nos empuja a entrar en el concurso de belleza llamado "voto útil", lo que nos conduce a consumir múltiples encuestas que se supones nos dicen lo que "los demás" piensan votar. Y esto incluso si estamos convencidos que las encuestas seguramente han demostrado, recientemente y repetitivamente, una liquidez estructural creciente: pues "los demás" leen las encuestas. Podemos estar tentados de rechazar la apuesta - pero como los lectores de Pascal, estamos embarcados: pues los demás, ellos apuestas y juegan - y juegan con nuestro cálculo también: integran nuestra abstención en su cálculo. Rehusar jugar, es aun jugar. Y la elección presidencial francesa trae consigo una apuesta real que supera la apuesta del juego: de allí una angustia, real, que la lógica imaginaria del espejo de las encuestas no puede más que aumentar. Sin embargo hay otra lógica colectiva, que Lacan avanza (en 1945: a la salida de un otro real siniestro) en su texto "El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada" 2. Lacan hace valer allí la intemporalidad fútil de los espejos del "voto útil" que anula el hecho que hay dos vueltas en la elección, que dos escansiones son necesarias para salir de la trampa especular. Un: instante de ver el color de los otros. Dos, primera moción suspensiva: los otros, que ven mi color, no concluyen inmediatamente el suyo: concluyo el mío, y hago un primer paso - primer acto. Tres: pero como los otros también tomados en el mismo razonamiento se ponen en movimiento junto con migo, anulan las premisas de mi primera conclusión, la trampa imaginaria se cierra - me detengo. Cuatro: pero los otros se detienen también: segunda moción suspensiva, pro la cual significan que están en la mismo momento lógico que yo. Cinco: salida de la trampa: todo podemos concluir entonces, y decidirlo en acto, saliendo. Hay dos vueltas en la elección presidencial francesa, que no proceden de la misma lógica, la segunda no es decidible sino en función de la primera. Lo traduzco así: primera vuelta. vote por, segunda vuelta, eventualmente, vote contra.
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Traducción: Silvia Baudini |