Jacques-Alain Miller on line |
27-04-2017 |
Presentación del Especial Macron "El Joven Presidente de Francia" (segunda parte) |
Lacan lector de Saint-Just Aunque Saint-Just y Sylvia Rose hayan hecho ambos sus estudios en el liceo Louis-le Grand en la rue Saint-Jacques en París, ningún encuentro entre ellos. Por lo tanto, ningún mañana puesto que no hay un hoy. Lástima. Seguro que Louis Antoine habría apreciado el discurso de Sylvia en el Fórum 18. Habría reconocido en esta estudiante de medicina un alma hermana. Sylvia se ha perdido a Molière. Ahí también, qué lastima. Sylvia fue en el pasado actriz en la compañía de aficionados de la Escuela alsaciana. ¿Quién sabe en qué se habría convertido una vez conquistado el corazón del joven Poquelin ? No sé si debo lamentar que se haya perdido también a Baudelaire. Inspirar al más grande poeta en lengua francesa, hubiera estado bien. Pero en materia de matrimonio, homo o hetero, tengo prejuicios burgueses: estoy a favor del desarrollo duradero. Sylvia también. Y Charles, no sabemos lo que hubiese resultado con un anillo en el dedo, teniendo en cuenta su espantoso complejo maternal. Sylvia no se habría entendido jamás con Caroline Aupick. Volvamos a Saint-Just. ¿Habría sido un buen partido para mi nieta? Para saberlo, interroguemos a Organt, su poema en ocho mil versos que tuvo la mala suerte de publicar en 1789, año poco propicio para el descubrimiento de nuevos talentos literarios. La obra testimonia un buen temperamento libertino. Es audaz, pero ¿es original? No. Encontramos la inspiración del "Portero de los Cartujos" y de todos esas pequeñas novelas licenciosas que antaño comprábamos bajo mano, y que ahora se pavonean en la Pleiade, al lado del Divino Marqués. En el pasaje citado, reconozco más especialmente la influencia de "Theresa filosofo", 1748. Atribuición osada a Diderot, más seriamente al marqués de Argens. Sade alaba esta obra como "la única que haya unido agradablemente la lujuria y la impiedad." Sin embargo, Casanova que había recibido de manos del marqués "todas sus obras" no dice ni pío de "Theresa". Ver sobre este asunto la introducción de la novela en la edición Bouquins de las "Novelas libertinas del siglo XVIII", especialmente la página 563. El bisabuelo de Sylvia, un médico, antiguo alumno de los padres maristas en el Colegio Stanislas en Montparnasse, dio su opinión sobre la cuestión: "Si la cabeza de Saint-Just hubiese quedado llena de los fantasmas de Organt, tal vez habría hecho de Thermidor su triunfo". (Jacques Lacan, Kant con Sade, Escritos). ¿Distopía reaccionaria de un antiguo maurrasiano? Uno puede plantearse la cuestión cuando sabemos del odio que la fachosfera dedica al "ángel del Terror". Continuará. |
Notas |
Traducción: Carmen Cuñat |