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NOCHES EN LA ESCUELA
Directorio
 

4 de Junio de 2014 | 21:00 hs.
"La ultimísima enseñanza a la luz del pase"


Reseña de Marisa Morao

Resonancias 1

"La últimísima enseñanza de Lacan a la luz de pase"
Noche de la Orientación Lacaniana, 4 de junio de 2014, con las presentaciones de Guillermo Belaga, Ennia Favret y Aníbal Leserre. Coordinación: Marisa Morao


Gabriela Basz
Entre lluvia y cosecha, luces y oscuridades

La primera impresión es que al tratar el tema dos ex AE y una colega muy concernida con la experiencia del pase en la Escuela, la noche se alejó de la peor oscuridad: la repetición de frases hechas, refritos de sintagmas extraídos de Miller o Lacan, donde no "pasa" nada. Recorto dos cuestiones sobre las que me quedé pensando: el par problema-problema me parece más propio del discurso analítico que el par problema-solución. En este sentido, uno de los problemas del pasaje del pase-saber al pase- sinthome, es una mayor oscuridad respecto de los finales de análisis. ¿Se tratará sólo del punto de detención en que se elige hacer el pase?
También me interesó la referencia al yo en Freud como extensión, como proyección de la superficie corporal y la pregunta por el ego en Joyce. Repensar este yo, que además "hunde sus raíces en el ello", ¿no será una vía válida para investigar la relación escabel-sinthome? ¡Ojalá sigamos trabajando estas cuestiones!


Luis Erneta
Restos, luces y sombras
Pase y ultimísima enseñanza de Lacan

Título de J.-A. Miller a lo que en Lacan es momento de concluir. Se sabe que al iluminar se crea un contorno de sombras. Así me llegó lo vertido esa noche, con más acento, quizás, en las sombras. No descarto que eso se deba al alcance de mis luces. El ejemplo de dos pases fue un recurso genuino para iluminar hoy lo que antes era distinto; porque sin duda los testimonios cambian con el correr del tiempo y ciertos avances teóricos, que se supone son producto de esa práctica. Cuando Freud afirma, en su últimos días, 1938, que el espacio no es sino la proyección del aparato psíquico, extenso, la mesa encontró en Aníbal Leserre cierto acuerdo con lo que él llamó espacio tórico. Al indagar qué lugar tenía hoy el texto "Del Trieb de Freud y el deseo del analista", se contestó que en ese texto Lacan afirma que: "Pues ...es el d eseo del analista el que en último término opera en el psicoanálisis". Función y no atributo personal; el deseo del analista es la X de esa función, que cada uno escribe como puede; cuestión de estilos. No faltó cierta expresión de duda, en tanto se sostiene al Otro, como concepto de la época del texto. Se mencionó, en referencia del Congreso de Paris de abril, si en el deseo del analista no operaba el goce. Seguramente, si afirmamos que la pulsión no pierde en ello sus derechos, freudianos. Casi por azar encontramos en "Del psicoanálisis en sus relaciones con la realidad" –1967– que "la satisfacción sólo se libra al montaje de la pulsión" y que no comparte con el analizante "más que un masoquismo eventual, de cuyo goce se cuida". En fin, no estamos en épocas de Misterios; sí de work in progress. La cautela que envolvió a los expositores es índice, a mi juicio, de ese trabajo, por hacer.


Marisa Morao
Las tres presentaciones de la Noche de la Orientación Lacaniana provocaron en mí las siguientes resonancias: Testimonio tórico. Podemos tomar cada testimonio de un AE como un giro que muestra y circunscribe puntos de un real, que si bien no habla, es necesario admitirlo. Así se es posible transmitir una pincelada del saber hacer con el sinthoma Uno, no sin el consentimiento a ese real.


Gustavo Stiglitz
Elaboración colectiva
Eso fue la noche del miércoles 4 de junio pasado en la EOL: una experiencia de elaboración colectiva. Tres excelentes trabajos, sólidos y bien expuestos. Uno de ellos absolutamente testimonial. Tratándose de un ex AE, lo inscribo en la propuesta de Lacan: pasársela haciendo el pase.
El debate me permitió una rectificación in situ acerca de un tema delicado: el goce del analista. La relación de éste con el psicoanálisis implica goce, sí, pero en su acto se trata de un analista vaciado de goce. ¿Es posible eso? ¿Se trataría de una pureza? ¿Cómo verificarlo?
Una noche de trabajo, entusiasmante.


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