Hacia horizontes más bellos
En la apertura, Graciela Musachi evocó la reciente definición de Eric Laurent, acerca de las Escuelas como "anudamiento de tres consistencias: Escuela, Instituto y Centros". Red y Pausa responden a lo que él denomina "Centros". Eligió hacer una reflexión sobre un dispositivo que se presenta como un real en la Red: la Admisión. En estos Centros este dispositivo parece ineliminable. "¿Qué hacer con este real? Bordearlo con conversaciones permanentes y con la creación de instancias de decisión para casos excepcionales."

Guillermo Belaga se refirió a la incidencia del psicoanálisis aplicado en una época en la que se demandan los efectos terapéuticos rápidos. Se hace necesario entonces definir una clínica de la admisión. "El juego de la apertura debería ir contra el individualismo moderno, más proclive al rechazo del inconsciente que al amor de transferencia". La trayectoria de los tratamientos "se podría pensar desde el modo de uso del S1, con fines de identificación o con fines de goce". El goce está del lado del que habla; por eso la necesidad del pago. Preservando la accesibilidad a la consulta, el pago impide, además, la devaluación de la Escuela frente a otras ofertas. Concluyó: "La salida del tratamiento requiere una investigación seria, la construcción de los casos de la Red Asistencial no debe ser puro semblante".

Adriana Rubistein comenzó considerando el surgimiento de la Red como una política de la AMP y de la EOL, producto de un deseo de inserción en la ciudad, inédito hasta ese momento. Fue necesario recuperar la dimensión terapéutica del psicoanálisis, descuidada durante muchos años entre nosotros, y mantener lo específico: una terapéutica que no es como las demás. "La diferencia entre psicoanálisis puro y aplicado requiere ser tomada en tres perspectivas: política, clínica y epistémica. En la perspectiva clínica esa diferencia sólo se sabe retroactivamente".

No hay un psicoanálisis diferente en la Red y en los consultorios. El trabajo de la Red es un trabajo de Escuela que nos lleva a precisar muchos tópicos: dar cuenta del estatuto de nuestras intervenciones distinguiendo efectos terapéuticos de efectos analíticos; verificar los resultados en distintos ciclos, diferenciándolos de interrupciones; profundizar la incidencia del tema del dinero en la economía de goce; inventar la mejor forma de hacer un seguimiento.

En la mesa plenaria de la mañana, coordinada por María Leonor Solimano, se presentaron casos clínicos. Déborah Fleischer abordó tres casos de adicción al juego -uno que consultó por vía de la Red y dos de su consulta privada-, para considerar los rasgos comunes y luego aislar lo singular de cada uno.

Graciela Chester abordó un caso de paranoia; alguien necesita contar los episodios que lo llevaron a la internación, requiriendo que "le crean"; se trató de localizar los bordes a los que él se precipita cuando lo simbólico no hace red.

En la discusión posterior se trabajaron los modos de intervención: cómo introducir una pequeña vacilación en alguna zona de la certeza psicótica; ser el secretario del alienado pero en su faz activa; las relaciones entre compulsión y acting, etc. Y en definitiva, tratar de verificar si la Red, fiel a la Orientación Lacaniana, ofrece una diferencia respecto de las otras ofertas terapéuticas.

Las mesas simultáneas reflejaron el debate necesario entre colegas de Córdoba, Rosario y Buenos Aires sobre temas que hacen a lo específico de nuestra convocatoria. La incidencia de los significantes Red y Asistencial presente en la mayoría de los materiales clínicos dio lugar a diferentes posturas y propuestas. También se discutieron, entre otros temas, el par oferta-demanda y la especificidad de la demanda analítica; transferencia a la Red y transferencia al analista; responsabilidad del analista de la Red en tanto la Escuela es la depositaria inicial de la confianza que abre al juego.

La plenaria de cierre: "La Red va al Encuentro", contó con la presencia de María Cristina Martínez de Bocca (Córdoba), Raúl Tarditti (Rosario), Ennia Favret (Buenos Aires) y la coordinación de Liliana Rossi. Los trabajos estuvieron orientados según la temática del Encuentro Americano del año próximo. Se trabajó especialmente la tensión: clase - singularidad, tensión enriquecedora entre la clínica estructural y la del síntoma.

Se puso en cuestión el riesgo que el entusiasmo por los efectos terapéuticos rápidos puede ocasionar, y el debate introdujo también la pregunta: ¿interrupciones o momentos conclusivos? En todas las ocasiones el debate se desarrolló en un clima cálido y fecundo.

Realizamos un agradecimiento especial a María

Esther Prado
Comisión Organizadora