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Conversación EOL 2020 TRAUMAΣ

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Trauma

La serie, lo serio

El Trauma, el psicoanalista y su acto

Trauma, una extraña temporalidad [1]
Débora Nitzcaner

Jacques Lacan en El seminario 11 hace referencia a la “extraña temporalidad”[2] freudiana del encuentro con el inconsciente, precisada como un “hallazgo que es, a un tiempo, una solución”[3]. Idea en sintonía con la de “invención”, señalada por el encuentro de “una buena cosa ya bien instalada en un rinconcito –agrega aquí– que se hace un hallazgo”.[4]

En el título de la Conversación EOL 2020, TRAUMAΣ, se puede establecer esta orientación, en tanto se lee al síntoma como partenaire del trauma y, en consecuencia, encontrar en él su funcionamiento real.

“Σ (x)”[5] escrito por Jacques-Alain Miller, presenta al síntoma como “una función que transporta una formación del inconsciente a lo real”. Asimismo, establece una diferencia: si se aborda el inconsciente por sus formaciones, el partenaire del sujeto es el Otro; si es por el síntoma, el partenaire es el objeto a. Principio de alcance clínico que interroga acerca de cómo es alcanzado el trauma en una experiencia analítica y, al mismo tiempo, lo que se espera del síntoma en tanto invención de saber sinthomático.

¿Por dónde empalma un analista? La legitimidad de su posición está dada por el objeto a en tanto “analista trauma”. Instante leído como momento clínico de una experiencia en donde se sitúa el Uno que se repite por la estructura significante. Razón por la cual, en lo que se reproduce, “quita la dosis de goce”[6].

Al semblante del analista, Lacan lo compara con el actor griego por su valor de máscara, “su rostro no gesticula, no es realista”.[7] Será el analizante quien “encuentre su propio plus-de-gozar”[8] por su resonancia en el cuerpo.

Entonces, al ir más allá del inconsciente, señala J-A Miller, lo que se inscribe es la noción de parlêtre, donde “la función del inconsciente se completa […] con lo que el cuerpo tiene de real”.[9] A mi entender, aquí se concibe la implicancia de reproducir lo a-temporal enraizado de un goce. Y, en este paso más, quedaría planteado el interrogante sobre la implicancia del “analista sinthome” por su diferencia con “el analista trauma”.

Agradecemos la imagen a la artista Alicia Leloutre

NOTAS

  1. Cartel: “Leer el trauma”. Cartelizantes: Florencia Menseguez, Nicolás Bailo, Ana Bianco, Morena Fernández. Más Uno: Débora Nitzcaner.
    Dupla: Alejandra Antuña - José M. Damiano (responsables)
  2. Lacan, J., (1964) El seminario, libro 11. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, p. 33, Ed. Paidós: Bs. As., 1993.
  3. Ibídem, p. 33.
  4. Lacan, J., El seminario, libro 18. De un discurso que no fuera del semblante, p. 46, Ed. Paidós: Buenos Aires, 2009.
  5. Miller, J.-A., Matemas II, p. 150, Ed. Manantial: Bs. As., 1991.
  6. Ibídem, p.150
  7. Lacan, J. El seminario, libro 19. …O peor, p.170, Ed. Paidós: Bs As, 2012.
  8. Ibídem, p.150
  9. Miller, J.-A., (1998-1999) La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica. Buenos Aires. Paidós. 2008, p. 136.