La serie, lo serio

El Trauma, el psicoanalista y su acto

El análisis y la práctica del control en tiempos de covid[1]
Jazmín Torregiani

“No es la menor paradoja del control que sea preciso apoyarse en otro para acabar de admitir que no es el campo del Otro donde se encuentra una conclusión válida frente a las imposibilidades de estructura que se trata de enfrentar”.[2]

Del argumento para la conversación, tomamos para el trabajo del cartel, fundamentalmente la referencia a que “…nos encontramos frente a un acontecimiento que, por un lado, nos interroga sobre la actualidad del concepto de trauma, y por otro, sobre las herramientas con las que contamos para leer los diferentes modos de respuesta que van apareciendo, tanto a nivel colectivo como individual”.[3]

Las circunstancias actuales han puesto a prueba la capacidad de los analistas para arreglarnos con lo real sin ley.

Si bien estamos familiarizados con la sesión “no estándar”, la pandemia introdujo un cambio sin igual. El no estándar ligado al acto analítico, pasó a responder a un real que se impuso. Incluirlo en un análisis, hacer con eso caso por caso, no deja de constituir un acto; aun así, no va de suyo que eso que estamos poniendo en práctica constituya un psicoanálisis.

En este contexto, tal vez más que nunca, la formación, el análisis y el control resultan ineludibles para no perder la orientación por lo real del síntoma en este momento de gran turbulencia. Un espacio para reflexionar sobre nuestra práctica, la de hoy, la de ayer, sea al teléfono o en el consultorio.

En el análisis se podrá constatar, el punto en que esta gran conmoción para todos reenvía a lo que ha sido la gran conmoción del encuentro inaugural con lo real de cada Uno. Y el modo de respuesta singular, cuya insistencia encontramos en el síntoma.

Y del análisis al control, y del control al análisis…

En el control se pondrá en juego lo que del propio análisis no ha sido aún zanjado, remitiendo al practicante a su análisis. A su vez el control, puede constituirse como instancia de la cual servirse frente al imposible que supone la práctica del psicoanálisis, como lazo con el cual contar para atravesar los impasses de nuestra práctica. Más aún en esta situación inédita en la que nos encontramos, que implicó un reacomodamiento de alguna manera rápido, del que podemos ir ubicando en esta instancia sus efectos.

Agradecemos la imagen a la artista Alicia Leloutre