La serie, lo serio

El Trauma, el psicoanalista y su acto

Trauma y Pandemia[1]
María Soledad Gallardo

La pandemia y su correlato de muerte, se constituye en un acontecimiento traumático de gran envergadura para el sujeto de nuestra época, confrontando a la humanidad con un real que escapa al orden simbólico, al saber preestablecido, no pudiendo dar cuenta aún de los efectos que tendrá en la subjetividad, ni ponerle un freno a la irrupción de este virus que sigue las leyes precisas de la naturaleza.

Frente a lo real que irrumpe de manera traumática, varias han sido las respuestas: la ciencia; el cientificismo; la religión; la negación como defensa frente a lo real que lleva en el caso extremo a desafiar a la muerte cortocircuitando la vida; la ignorancia que se caracteriza por ignorar lo que se sabe; el confinamiento y el distanciamiento social.

Ante dicha situación, ¿qué nos puede ofrecer el psicoanálisis de la Orientación Lacaniana como respuestas posibles?

En el tratamiento de los sujetos que han atravesado acontecimientos traumáticos en masa, y frente a la posibilidad de realizar un verdadero trabajo de duelo, es muy importante ubicar lo real traumático, aquello que no cesa de no inscribirse más allá de dicho acontecimiento, lo que vuelve una y otra vez como el agujero de lo real imposible de localizar, nudo alrededor del cual gira toda la elaboración significante de símbolos e imágenes.

Lacan dirá que “la guerra ha demostrado suficientemente que no es de una indocilidad demasiado grande de los individuos de donde vendrán los peligros del porvenir humano”[2], basta con el ejemplo italiano de la docilidad de Codogno frente a la indocilidad vital de Vo, en relación a la burocracia de la OMS, en el tratamiento y manejo de la pandemia[3].

En relación a la pandemia, Bassols[4], nos alienta a poder hacer una experiencia colectiva de lo real de la manera menos traumática posible, esto quiere decir que la humanidad deberá reconocerse a sí misma como un único sujeto frente a la irrupción de lo real, como ese colectivo que Lacan definió como “el sujeto de lo individual”, un sujeto que se enfrenta a un reto que solo podrá ganar de manera colectiva, con un acierto en su acción que debe ser colectivo.

El Psicoanálisis lacaniano nos convoca entonces, frente a lo real traumático de la pandemia, a un saber hacer con los restos, tratando de restituir algo del goce de la vida frente a la tragedia de tanta muerte.

Agradecemos la imagen a la artista Alicia Leloutre