Para suscribirse a EOL postal escribir a equipoeolpostal@gmail.com
Jornadas y eventos
Conversación EOL 2020 TRAUMAΣ

Argumento
Organización
Dispositivo de trabajo
Inscripción
Programa
La serie, lo serio - Textos
Van tomando la palabra - Videos
Bibliografía
Noches

Trauma

La serie, lo serio

El Trauma, el psicoanalista y su acto

Marcas del trauma en el control[1]
María Luján Ros

Trauma y control, ambas nociones han estado presentes tanto en mi formación como a lo largo de mi análisis, pero nunca las había pensado articuladas. Agradezco al Más Uno del cartel por provocar este enlace. Una frase quedó resonando: en el control se ubica el punto traumático de quien controla. De aquí se desprenden una serie de interrogantes

¿Qué lugar ocupa el analista que va a controlar en ese relato? ¿Puede el analista controlador hacer de analista trauma, en tanto no alienta el sentido?

Control y análisis comparten un espacio éxtimo, enlazado por la transferencia; puede haber efectos de análisis en el control y efectos de enseñanza en el análisis. Sabemos que el psicoanalista en el psicoanálisis no es sujeto[2], no obstante la función del controlador apunta a verificar que el controlante hable de alguien diferente de sí mismo.[3]

Si el deseo surge del propio análisis, Lacan propone que es en el control donde la corrección del deseo del analista queda abierta[4], para limpiar la escoria remanente que interfiere en el tratamiento, ya sea la del fantasma del analista, o de su sinthome.[5]

En el control hay una descontextualización[6], por eso no se trata del control del análisis, sino de analizar la relación del acto con el discurso y ver la implicación sintomática y/o traumática en el mismo. El vaciamiento progresivo de ese punto sintomático hace a la autorización.

El analista en control afina su estilo dando cuerpo a su rasgo singular. Como un Jano con sus dos caras, debe saber ocupar el lugar de objeto, pero también saber sostenerse sobre el hilo de su propia falta en tanto sujeto, en relación al analista controlador; quien presentifica el lugar de la elaboración de un saber que apunta a lo real, imposible de soportar y de saber. [7]

La práctica del control como formación deja marcas y permite identificar cómo los trazos de goce del practicante se embrollan en el discurso. Es un dispositivo que opera para hacer efectiva una desubjetivación[8] y comprobar el grado en que esta se ha llevado a cabo en el análisis.

Agradecemos la imagen a la artista Alicia Leloutre

NOTAS

  1. Cartel: “Efectos de control y trauma”. Cartelizantes: Silvia Smazanovich, Evangelina Fuentes, María Soledad Soto, María Luján Ros.Más Uno: Guillermo Belaga.
  2. Lacan, J., “El acto psicoanalítico”, Otros Escritos, p. 397, Bs. As.. Paidós, 2012.
  3. Laurent, E., “Su control y el nuestro”, Revista Freudiana N° 30, Barcelona: Edita ELP, 2000.
  4. Lacan, J., “Discurso en la Escuela Freudiana de París”, Otros Escritos, p. 284, Bs. As.. . Paidós. 2012.
  5. Rueda, F, Rectificación del deseo del analista., Jornadas ELP, 2018.
  6. Miller, J.-A., El banquete de los analistas, p 385, Bs. As.. Paidós, 2000.
  7. Di Ciaccia, A., “Variaciones sobre el tema del control”, Lo real puesto al día en el siglo XXI, Bs. As.: Grama, 2014.
  8. Miller, J.-A., El lugar y el lazo, p16, Bs. As.: Paidós, 2013.