La serie, lo serio

Huellas del Trauma

El traumatismo del Uno [1]
Antonela Garbet

La promoción del “hay de lo uno” en respuesta al real del “no hay relación sexual” es para mí el punto de partida de este recorrido. ¿De qué Uno se trata aquí? Laurent afirma que lo primero es el Il y a de l‘Un, situando el problema en el modo en que el cuerpo puede soportar esa repetición del Uno y su intensidad.

Recorto dos dimensiones del Uno. Por un lado, el uno de la inexistencia, es decir el cero que cuenta como uno. Situó aquí el impacto de lalengua sobre el cuerpo, huella, surco, marca en el cuerpo y su insistencia vía la repetición. Por otro lado, el S1 como letra, ¿invención del fin del análisis? Este S1 no se repite, situándose, armando el litoral entre saber y goce.

En este esquema que comparto se asoma la pregunta sobre el lugar del Uno fálico en la última enseñanza de Lacan. En tanto significante privilegiado ¿es entonces una respuesta frente al traumatismo, último velo detrás de lo cual no hay nada?

En la conferencia de Ginebra Lacan habla del traumatismo de la lengua como el encuentro de las palabras con el cuerpo, un cuerpo marcado por el trauma que afecta en su singularidad al parletre, presentando una serie de afectos que permanecen enigmáticos; los unos de lalengua tienen efectos que son afectos somáticos, piezas sueltas que muerden el cuerpo marcándolo en un fuera de sentido. Este primer encuentro contingente, traumático fija un S1, fijación del uno de goce.

Siguiendo esta línea ubico el traumatismo del Uno en relación al cuerpo; el cuerpo propio es lo que Lacan llama al final de su enseñanza Un-cuerpo.Un-cuerpo como única consistencia del parlêtre, consistencia mental no física. Físicamente el cuerpo levanta campamento, la consistencia mental implica que el lazo más estrecho con ese Un-cuerpo es imaginario. Es este Un-cuerpo que se sitúa en el lugar del Otro dejando ver el movimiento que va del deseo al goce, del Otro al Uno.

Insiste la pregunta por lo fálico; tomo como brújula el testimonio de pase de Sílvia Salman. Allí es posible localizar el significante “dibujo animado” a partir de lo que se repite en la cadena y sus vueltas dichas; esto, del lado del goce fálico, es lo que se puede enumerar, goce cubierto por el fantasma. Impacto del goce fálico sobre el cuerpo, cuerpo sensible al trazo de los unos.

Una vez extraído de allí, vaciado el sentido que transportaba ese uno, el sujeto puede inventarse un nombre que le permita disponer del goce que resta, lo que hay. “Encarnada” es el significante nuevo, que no forma parte de la serie. Es un nombre de lo inaccesible, letra que se repite pero sin relación al sentido.

Agradecemos la imagen a la artista Alicia Leloutre