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Trauma

La serie, lo serio

Huellas del Trauma

El trauma y lo traumático[1]
Gloria Sensi

La marca de satisfacción, “la incidencia primera de goce”[2] es del orden de lo que irrumpe en el cuerpo. Eso, que toma la forma de intrusión, alude a una disarmonía entre goce y cuerpo, que por ello, trauma. “El cuerpo es el lugar que ocupa el Otro como inscripción de los significantes; el goce no se ajusta, no es armónico con respecto al cuerpo”[3]

En la experiencia analítica, nos encontramos con una demanda por tratar un estado de satisfacción, experimentado como insatisfacción[4]; algo que se satisface, pero que choca con una disarmonía originaria. Esto traza una perspectiva. Un análisis requiere de ese estado de urgencia subjetiva que connota lo no armónico, se orienta por ello, pues ubica precisamente la incidencia primera del goce sobre el cuerpo, siempre actual. Esa desarmonía se reviste con el montaje de lo que el sujeto pudo armar. Es decir, cuando las condiciones de sujeto, cuerpo y Otro se inauguran. Cada vez que se trata de la inscripción del sujeto en el Otro, por ejemplo en el niño que pasa del grito de hambre o dolor a la llamada, aquí hay un riesgo de trauma, en relación con la no respuesta del Otro. Tenemos con esto, ciertos elementos: un registro del Otro, el recorte de un objeto: la voz en la llamada; y un sujeto que demanda; allí se configura una escena. En esta escena se arma un axioma “como ley de los goces”[5], que se volverá una constante. Se trata pues, del fantasma elaborado como respuesta imaginarizada a un Otro que no responde, y que intenta ocupar para el sujeto el lugar de lo real.

Es una oportunidad para un análisis: “poder sacar el significante que emerge en situaciones traumáticas, y desconectarlo de toda la trama que está en un circuito de repetición.”[6] Entonces, el trauma secreta un circuito, hay algo, una trama de la cual no nos podemos liberar, y ello indica el valor traumático de un acontecimiento para un sujeto. Por lo tanto, para un análisis, cada urgencia de satisfacción experimentada como insatisfacción, es una ocasión para desconectar el trauma, “incidencia de goce”, de la fatalidad donde se inscribió, desactivar por medio de lo que vuelve al mismo lugar, el circuito traumático que se montó sobre esa irrupción. Queda avanzar sobre un hápax de Lacan del Seminario XVI donde sitúa al “fantasma traumático”.

NOTAS

  1. Cartel: “Trauma/síntoma”. Cartelizantes: Guillermina Laferrara, Fernando Tarrago, Gloria Sensi, Pilar Ordoñez. Más uno: Josefina Elías
  2. Miller, J.- A., ¨Iluminacionesprofanas¨, Revista Lacaniana N° 7, EOL, Bs. As.: Grama, 2008.
  3. Ibidem.
  4. Mandil, R., “ Psicoanálisis en tiempo real. Urgencias…”, Colección Grulla, Córdoba: Edita CIEC, 2019.
  5. Miller, op cit
  6. Mandil, op. cit