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Trauma

La serie, lo serio

Huellas del Trauma

¿Qué despierta? [1]
María Natalia Pascual

Retomo después de mucho el concepto de trauma desde el texto de un Seminario de Germán García. Me detengo en los fragmentos del Seminario 11. Dice Germán García: “Este capítulo está lleno de conceptos freudianos [...] pero es necesario establecer los puntos de ruptura y diferencia”[2]...o entonces la vida es sueño. En varios párrafos del cap V y ya en el capítulo anterior aparece la cuestión del sueño para indicarnos que ahí algo puede repetirse “cuando nada, en lo más mínimo, parece justificarlo desde el punto de vista del principio del placer”.[3] Vuelvo a leer en Freud el sueño del niño muerto o del padre dormido en el capítulo VII de La Interpretación de los sueños..Es un sueño que le es relatado por una paciente que lo escuchó en algún lado. ¿Qué es lo que le interesa de este sueño? Dice: “Nos maravillará naturalmente que en tales circunstancias sobreviniese un sueño (se refiere al padre del niño) cuando lo más indicado era un brusco despertar”[4]... pero ¿por qué sería lo más indicado si el sueño está cumpliendo su función de realizar el anhelo de ver con vida a su hijo una vez más? En ese mismo capítulo antes Freud se ha preguntado: ¿Por qué durante el sueño lo inconsciente no puede ofrecer nada más que la fuerza pulsionante para un cumplimiento de deseo? Pero el sueño también falla, porque se interrumpe, despierta. Este sueño corroborará hasta 1920 que aún en los sueños de angustia, se trata del cumplimiento de un deseo. “¿Qué despierta?” dice Freud: “que el sueño ha roto el compromiso”... es algo en el sueño mismo lo que lo interrumpe, no la realidad. Para Lacan: “Si Freud, maravillado ve en esto la confrontación de la teoría del deseo, es señal de que el sueño no es solo una fantasía que colma un anhelo”[5]. Este término despertar aparece en Freud referido fundamentalmente a lo onírico, pasa a Lacan en otro sentido: ligado siempre a momentos sorpresivos ,”pérdida de la homeostasis del principio de placer que garantiza la vida”.[6] En 1964 lo que “despierta” en Lacan es una realidad en la que algo se repite, el despertar está situado en el lugar de una hiancia, un entre percepción conciencia donde se representan dos realidades: la que sostiene al sujeto con su representación consciente fantasmática, y la otra realidad que irrumpe, la del sueño.De una realidad a otra hay una traducción de la “casi identidad de lo que está pasando” (identidad de percepción), algo se repite en sucesivas traducciones para que finalmente se manifieste ahí en este caso: lo Real de la muerte.Lo que despierta al padre dormido no es el resplandor de las llamas, ni el golpe de la vela, ha sido golpeado por la frase pronunciada desde el más allá:la voz que dice: Padre...¿no ves que estoy ardiendo? ¿Cómo se puede decir lo inmemorable, lo que no podrá recordarse, lo indecible? Sólo por el tiempo de un instante, un relámpago que ilumina una verdad de la que no se quiere saber nada. El sueño suspende el tiempo para que solamente allí pueda repetirse en acto esa voz dirigida a un otro que no responde ¿no ves?

NOTAS

  1. Cartel: “Vicisitudes del trauma hoy” Cartelizantes: Gustavo Lailhacar, María Marta Manso, María Natalia Pascual, Abraham Szulacky. Más Uno: Vera Gorali.
  2. García, G.,”Las posiciones del trauma”, Actualidad del trauma, p. 48, Bs. As.: Grama Ediciones, 2005.
  3. ibidem
  4. Freud, S, “Sobre la psicología de los procesos oníricos”, Obras completas, volumen V, La interpretación de los sueños (segunda parte) Sobre el sueño, p 505. Bs. As.: Amorrortu Editores, 1993.
  5. Lacan, J.,”Tyche y Automaton”, El Seminario, Libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, p 67, Bs. As.: Ed. Paidós, 2017
  6. Laurent, E.,El despertar de un sueño o el esp de un sue”. Textos de orientación., XII Congreso AMP.