Para suscribirse a EOL postal escribir a equipoeolpostal@gmail.com
Jornadas y eventos
Conversación EOL 2020 TRAUMAΣ

Argumento
Organización
Dispositivo de trabajo
Inscripción
Programa
La serie, lo serio - Textos
Van tomando la palabra - Videos
Bibliografía
Noches

Trauma

La serie, lo serio

Huellas del Trauma

Notas sobre trauma y fantasma[1]
Silvia García

El fantasma enmarca. En relación al trauma, decimos que el fantasma en su función de velo, pantalla, hace tope al exceso de estímulos que el trauma conlleva en su irrupción, quantum de energía insoportable para el aparato, dirá Freud. El fantasma acota, da una interpretación a aquello que no puede ser nombrado. M.-H. Brousse sitúa esto dando a la función del fantasma el rasgo de escenario, el fantasma ubica en un escenario lo que no tiene autor, atribuir un autor para dar cuenta del efecto de goce en el cuerpo. Un afecto corporal que se sufrió en un momento dado, vivido como un cortocircuito, entonces el fantasma viene a construir una ficción que organiza las cosas. En este sentido, el fantasma es de utilidad en la vida de un sujeto.

Sin embargo, en ocasiones un sujeto puede acudir al analista cuando algo de su ficción vacila, “cuando el deseo arriba a la hora de la verdad”. En este arribo se verifica que la función del fantasma, como soporte de la falta, toca la verdad del deseo. Ya que, colocado en ese lugar de velar la castración, el fantasma hace soportable el dolor de existir. Es velo del objeto, su fórmula lo muestra, dice Lacan, hay en ella la presencia de un objeto y la potencia de una frase.

Sin embargo, es desde el marco fantasmático, aquel que enmarca lo que no puede ser transmitido, que el sujeto hablará de su sufrimiento, apela a la ficción, al mito, mito del neurótico que es el que da una forma discursiva a algo que no puede ser transmitido en la definición de la verdad. Así el fantasma, en tanto funciona como soporte del deseo, se relaciona con la dimensión de la verdad inconsciente, a la vez que enmarca y vela los puntos de fijación pulsional que hacen a la modalidad de goce.

El fantasma enmarca ese indecible goce pulsional. En relación a esta función del fantasma como velo al objeto, señalamos al objeto en su doble vertiente, deseo y goce. Ese objeto a, que el neurótico se hace ser en su fantasma, lo defiende contra la angustia a la vez es el cebo con el que retiene al Otro.

Decimos que el trauma presenta un aspecto incurable, el fantasma hace con esto, pero quizás sea insuficiente, hace soportable el dolor de existir, y a la vez lleva al aspecto compulsivo de la repetición. En un análisis nos serviremos del fantasma a condición de ir más allá; pensemos el lugar del analista, encarnando esa doble vertiente del objeto, deseo y goce. Esto permite articular en la dirección de la cura una orientación hacia la conmoción fantasmática, perturbación de la defensa, y conmover los puntos de fijación. Orientación a provocar un cambio en la posición del sujeto, frente a ese argumento fantasmático que le es útil, pero del que no se podrá inventar nada. En un sentido queda un resto incurable, y en otro hay la posibilidad de la invención. Invención que vendrá de la mano del síntoma.

Agradecemos la imagen a la artista Alicia Leloutre

BIBLIOGRAFÍA

  • Brousse, M.- H., “¿Qué es un trauma? Conferencia inédita
  • Delgado, O., (comp.): “El fantasma”, Huella freudiana en la última enseñanza de Lacan, Vol. II, Bs. As.: Ed. Grama, 2014.
  • Lacan, J.,: “El mito individual del neurótico”, Intervenciones y textos I, Bs. As.: Ed. Manantial, 2002.
  • Lacan, J.,“Más allá de la angustia de castración”, Seminario 10: La angustia, Cap. 4, Bs. As.: Ed. Paidós, 2006.
  • Lacan, J., Clases 14 y 21, Seminario de la lógica del fantasma – Libro 14, Inédito, 1967.

NOTAS

  1. Dupla: Leticia Vargas- Nieves Soria (responsables).