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Trauma

La serie, lo serio

Huellas del Trauma

El trauma: La sexualidad anacrónica [1]
Susana Amado

El gusto por la dificultad de la experiencia le permite a Freud modificar el aparato psíquico que da cuenta de la experiencia que lo conduce. Es lo que sucede a un año del Proyecto, en donde podemos advertir que la huella deviene escritura:” De tiempo en tiempo el material preexistente de huellas experimenta un reordenamiento según nuevos nexos, una retranscripción (Umschrift). Lo esencialmente nuevo en mi teoría es entonces la tesis de que la memoria no existe de manera, simple sino múltiple, está registrada en diversas variedades de signos”.[2]

Lo que le interesa subrayar a Freud es que existen en el aparato psíquico procesos de estratificación donde los rastros mnémicos tienen cierta movilidad que permite un reordenamiento, una transcripción, que se expresa en una variedad de signos Es sabido que la traducción consiste en su imposibilidad, esto tramita que cuando las huellas pasan de un sistema a otro se inhiben en el sistema que abandonan, motivo por el cual la imposibilidad de la traducción es traducida en términos de displacer. Por esa razón no son susceptibles de conciencia. Freud considera que esta primera transcripción experimenta una fijación, que no es otra cosa que la inscripción de la huella.

Al segundo sistema lo llama Ic. Es el de cifrado. Porque allí quedan registradas las marcas del impacto anterior, carece de sentido y de un orden temporal. Son inscripciones no accesibles a la conciencia,.

El tercer momento Prc (preconsciente), muestra la vía por lo cual algo puede ser escuchado o devenir consciente, Lo que se descifra es la escritura que el tiempo anterior cifraba. Es la presencia de la wortvorstellungen que permitirán significar metafóricamente de una representación a otra. El inconsciente se presenta como una memoria donde está todo escrito en torno a algo que falta, y el análisis debe conducir a ese desciframiento, que remite a un saber inconsciente. Ahora bien, una vez que Freud funda el campo donde localiza lo intraducible y lo no inhibible. ¿Podemos pensar que es allí donde Lacan sitúa el lugar del trauma como uno de los nombres de la niederschrift? No hace falta argumentar el problema, está en la respuesta de Lacan a Marcel Ritter: Ante su pregunta sobre el concepto de unerkannte, ombligo del sueño (uno de los nombre de lo indecible) que se traduce como lo no reconocido, ese punto donde el sueño es insondable. Expresa: “Es que ese no reconocido designa lo Urverdrangt, lo reprimido primordial, de este algo que se especifica por no poder ser dicho en ningún caso. Es el límite de un análisis. Es un agujero, el ombligo es un estigma que se resume en una cicatriz, que hace nudo, un nudo que es puntuable, señala Lacan, que está ligado al campo de la palabra en el que hay algo imposible de reconocer”.[3]

En efecto, son diferentes los nombres que nombran la niederschrift, eso que ex-siste al inconsciente, que se traduce en letra, marca, cicatriz indeleble en el cuerpo , que a su vez crea el cuerpo.

Agradecemos la imagen a la artista Alicia Leloutre

NOTAS

  1. Cartel: “El discurso interrumpido: La irrupción del trauma”. Cartelizantes: Diana Campolongo, Marita Manzoti, Luciana Varela, Mónica Wons. Más Uno: Susana Amado.
  2. Freud, S., “Carta 52.a Wilhem Fliess”, Obras Completas Tomo 1, p 274, Buenos Aires: Amorrortu, 1982.
  3. Lacan J, Respuesta a una pregunta de Marcel Ritter (26/01/1975) www.psicoanalisisinedito.com 2015/07