La serie, lo serio

Huellas del Trauma

El pantano de las palabras[1]
Verónica Carbone

“Waldsassen”: “Cerca del tremedal de los descuartizadores/ En las irisaciones venenosas del fósforo/ Vemos la esencia en su claridad”.[2]

Lalangue marca a un sujeto; y la marca, culturalmente, es aquello que permite identificar o distinguir algo. Incluso, antiguamente, su significado implicaba, una señal bíblica caída sobre una persona: que la hacía singular. ¿Con qué acontecía? Con aquello que tocaba y penetraba el cuerpo.

Esto llevó a considerar que el trauma es una marca singular que queda por fuera del lenguaje, de ahí que “no cesa de no escribirse”. Por siempre estará intentando representarse, y aunque se lo llame trauma resultará imposible simbolizarlo. Claro que, del intento de hacerlo surgirán huellas.

Las huellas son señales que, por presión, un cuerpo deja sobre otro: una superficie. Y respecto de estas es que nos acercamos a una “elucubración de saber” sobre el troumatisme de lalangue. Es el recorrido de un análisis que transcurre entre el saber mortificante del significante al sinsentido, no todo saber. Es algo que recorre con la palabra lo que llega a ser el silencio de lo escrito en el cuerpo.

En el camino de las resonancias de estas huellas, ¿lo escrito se sabe hacer un poema? Para ser coherente tal poema tendría que surgir por fuera de la experiencia lingüística, sería “un sin mensaje”. Sin vehiculizar ninguna significación ni sentido. Un poema, a la manera de Paul Celan, que conecte con ese goce singular, lo Real a secas, pero vehiculizado por un lenguaje, con la característica de ser paradójicamente un lenguaje desenchufado de lalengua y dice de ella.

Si eso se obtuviera tendría que serlo sólo por un tiempo, implica un duelo. El duelo del Seminario 6 como revés de la Verwefung: “lo forcluido en lo Simbólico, retorna en lo Real”. En tanto en el duelo lo Real irrumpe en lo Simbólico sin que haya un significante que dé cuenta del laleo sinthomático del sujeto, que está perdido y le antecede. El duelo no trata de una pérdida simbólica, sino real en lo simbólico, que se tapona con lo que llamo las huellas, objetos pantallas y eso que hace huella nos va permitiendo ir elucubrar un saber sobre lalengua. Nudo, letra, escritura, silencio, es lo que es: “lo que no cesa de no ocurrir”[3]. A eso le adjudicamos ser la consecuencia del trauma. Trauma es una palabra que paradójicamente dice de lo que es mudo, esa marca a la que solamente puede accederse por sus huellas. Y hay que concluir.

Agradecemos la imagen a la artista Alicia Leloutre