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La serie, lo serio
Huellas del Trauma
Una pregunta por la víctima [1]
Verónica Di Batista
Tomo el trauma como agujero provocado por el choque del significante con el cuerpo que escupe el S1 solo que quedará perdido para siempre. En cuyo borde, como respuestas, hallaremos inhibiciones, síntomas o angustia.
Me detengo en la angustia, sentimiento que nos asalta de que nos reducimos a nuestro cuerpo; síntoma tipo de todo acontecimiento de lo real.[2] Versión en la que aparece para algunos sujetos, en tiempos de un virus que está en el cuerpo del otro, no en el aire.
Para todos: Discurso Amo
El discurso amo aporta una solución: ASPO[3]
El alivio es inmediato, todos bajo el saber hacer dado por los expertos. Éxito inicial que inyecta la causa común del cuidado de la vida, sentido compartido que operó como identificación, evitando la caída inicial en angustia general.
Pero como ninguna identificación atrapa todo del cuerpo, en los discursos oficiales y en los consultorios virtuales se comienza a escuchar una sensación inexplicable, descrita con palabras poco claras, un afecto que se hace oír: encerrarse, angustia, salir también.
Sin saber los tiempos del virus y del ASPO. Un no se sabe cuánto, que agrieta al discurso amo, y sólo queda obedecer y esperar para salvarse en un proceso sin tiempo cronológico.
Cada uno: Discurso Analítico
Cuando un hecho se convierte para un parlêtre en acontecimiento de lo real, toca algo de su modo de gozar, lo despabila de las ficciones de las que se ha servido para vivir su propio sueño. La angustia despierta.
Laurent dice[4] que aun en la neurosis hay momentos de angustia que la arrancan de su tendencia a creer la vida como un sueño. Es ella este punto de real imposible de reabsorber en lo simbólico.
El discurso analítico ofrecerá una trama discursiva donde tejer esos impactos con el sentido particular de cada uno, siendo la demanda lo único que permite intervenir.
O sea, no por el hecho de pasar por un suceso traumático, un sujeto es automáticamente víctima. Con lo cual, no es preciso hacerlo hablar como piden ciertos dispositivos: líneas de salud mental, asistencia a la víctima, etc.
La víctima, posición subjetiva como otras, nos autoriza a preguntar por el goce en juego, remitiendo a la responsabilidad que atañe a la palabra dicha, para leer en esa crónica particular que escuchamos, la singularidad de dicha posición.
Agradecemos la imagen a la artista Alicia Leloutre
NOTAS