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Trauma

La serie, lo serio

Huellas del Trauma

Testimonios de lo traumático[1]
Verónica Pagola

Quienes han decidido testimoniar sobre su final de análisis, se ven llevados a transmitir las construcciones que realizaron de lo que en su análisis aconteció. Nos cuentan sobre sus síntomas, identificaciones, fantasmas, en fin, nos cuentan la lógica de una vida donde el psicoanálisis metió la cola.

Algunos empiezan por el final, otros por el principio, recortan algunas intervenciones inolvidables. Es muy frecuente encontrar en los testimonios de los AE, un sueño infantil, una escena, un recuerdo que cierne lo traumático para ese sujeto.

Es de destacar que esto se aísla en el análisis, no es previo y al parecer resulta necesario servirse de estos recuerdos pantallas para “indicar el encuentro inmemorial con la lengua”[2] Condensan la respuesta del sujeto, su defensa y el goce fijado ahí.

“A la pregunta por lo que ocurrió en la primera infancia, la respuesta reza: Nada, pero había ahí un germen de moción sexual. La cosa sería linda y redonda para contarla, pero escribirla demandaría medio pliego.”[3]

Linda y redonda pero no. La novela desfallece en el punto donde una letra no se deja traducir. Hay lo incontable. El germen tocó un soma y esos rastros quedaron ahí, en el cuerpo, como excedente.

Eso que está escrito en el cuerpo, revela la actualidad siempre presente del trauma y exige también de la intervención analítica para que esto pueda leerse.

Silvia Salman lo dice así: “Una historia más un resto. Un resto equivalente a un real que no entra en esa historia que uno se cuenta. Un resto equivalente a una satisfacción que es pero que no se demuestra. Un resto que solo se constata en el ser que habla su goce y no de su goce”[4]

El “ser que habla su goce”[5] aparentemente ha encontrado una manera de empalmar lógica y afecto, pero de una manera diferente a como lo señalaba la lógica de su fantasma. Ese nuevo lazo es fuente de una nueva satisfacción.

Pero ¿cómo es posible transmitir esa nueva satisfacción?

Salman nombra lógica encarnada, la que le permite, en su caso, constatar esa nueva satisfacción.

Entiendo que cada AE tendrá que hacer el esfuerzo por nombrar eso de forma más ajustada a la lógica de su caso.

NOTAS

  1. Cartel “El acontecimiento/trauma”. Cartelizantes. Julia Albano – Ivàn Madrussan- Verónica Pagola- Helga Rey- Más Uno: Déborah Lazzeri.
  2. Gorostiza, L., “La opacidad del analista trauma”, Primera Noche de la Conversación de la EOL, 2020: http://www.eol.org.ar/template.asp?Sec=jornadas&SubSec=conversacion_2020&File=conversacion_2020/noches/20-08-06.html
  3. Freud, S., “Fragmentos de la correspondencia con Fliess 1950 (1892-99)”, Obras Completas, Tomo I, p.318, Bs. As.: Amorrortu, 1978.
  4. Salman, S., “Hystorizar el cuerpo”. Texto presentado en las XII Jornadas Regionales del IOM2 del NOA El lenguaje de los cuerpos, Santiago del Estero, 30 de septiembre y 1 de octubre de 2016. http://www.eol-laplata.org/blog/index.php/hystorizar-el-cuerpo.
  5. El “ser que habla su goce” es un detalle que toma del texto Sutilezas Analíticas de J.- A.Miller.