Para suscribirse a EOL postal escribir a equipoeolpostal@gmail.com
Jornadas y eventos
Conversación EOL 2020 TRAUMAΣ

Argumento
Organización
Dispositivo de trabajo
Inscripción
Programa
La serie, lo serio - Textos
Van tomando la palabra - Videos
Bibliografía
Noches

Trauma

La serie, lo serio

Troumanos: invenciones y arreglos singulares

Mal-digo-el-trauma[1]
Alma Montiel

Todo surge en la charla del cartel, allí decanta mi interrogación sobre esa electricidad que nos habita, que nos constituye, que es un ‘en más’ y no un ‘en menos’… y que al mismo tiempo que golpea, aloja en su centro una imposibilidad de decir.

Parto entonces de ese 220ww (como lo hemos llamado) y lo imposible de decir, como una manera de metaforizar al trauma.

Mi pregunta ronda, apoyándome en la idea de Miller en su texto Leer un síntoma, en la articulación del saber leer y el bien decir.

De alguna manera, J-A Miller pone el ‘saber leer` en relación al trauma… tomando el término de clinamen como ese punto que conmociona al viviente y lo marca.

“El saber leer apunta a esa conmoción inicial, que es como un clinamen del goce – clinamen es un término de la filosofía de los estoicos (….) al encuentro material de un significante y del cuerpo, es decir al choque puro del lenguaje sobre el cuerpo.”[2]

Me deslizo por esa pendiente, para pensar cuál sería la mejor manera de bien decir el trauma… ¿es posible?¿Cómo decir sobre él de la mejor manera posible sabiendo que siempre y en todos los casos hay algo que queda mal dicho?

En ese sentido, mal digo el trauma… y me atrevo a decir que no podemos más que mal decirlo todos. Puesto que no hay manera de decir de él, sino mintiendo puesto que la verdad que construimos (sobre el trauma) tiene estructura de ficción.

Sea cual sea la ficción que armemos, vale la pena recordar que ese núcleo (traumático) que nos constituye tiene una enemistad profunda con el significante, que lo condena y nos condena siempre a decir de manera inexacta, errónea, dislocada sobre el trauma.

Quizás la cuestión radica en cómo, sobre ese fondo de mal-decirlo, encontramos una manera de abordarlo.

Desde esta perspectiva me parecen antagónicos la idea de bien decir y el trauma. Pero, por otro lado, entiendo que esa tensión hace al corazón mismo de la praxis analítica. Entre lo que se dice y lo imposible de decir navegamos y hacemos nuestras travesías analíticas.

Es en esa tensión y haciendo existir esa inexistencia, que radica la posibilidad de una posición propiamente analítica. La inexistencia, el agujero, el ‘no hay’ como fundamento del psicoanálisis mismo es lo que tendríamos que poder sostener incluso diciendo del trauma. Verificamos eso en los testimonios de los AE con las ficciones que se han construido para decir de lo indecible de alguna manera.

Agradecemos la imagen a la artista Alicia Leloutre

NOTAS

  1. Cartel fulgurante hacia la Conversación EOL 2020. Cartelizantes: M. Fernanda Maillat, Karina Castro, Belén Zubillaga, Mariana Schwartzman, Alma Montiel. Más Uno: Luis Tudanca.
  2. Miller, J.- A., “Leer un síntoma”, en: http://ampblog2006.blogspot.com/2011/07/leer-un-sintoma-por-jacques-alain.html