La serie, lo serio

Troumanos: invenciones y arreglos singulares

Un tiempo éxtimo, reescribir la historia[1]
Javier Mondada

El futuro influye en el pasado.
(Minuto 36:24. Cap 10)

La serie Dark teje, entre su telaraña temática, una suerte de personajes que, a través de una máquina del tiempo, intentan reescribir su pasado. Encuentros fallidos y algo invariante, imposible de domeñar, encuentra a los sorprendidos viajeros en los mismos lugares, causando justamente aquello que buscaban evitar.

Según Leserre[2] Freud inventa un inconsciente que también se podría admitir como otra máquina del tiempo. Lo que en un tiempo 1 fue placentero, en un futuro tiempo 2, es displacentero. Allí el trauma, cuyo efecto de retroacción, nächtraglich en Freud y aprés- coup en Lacan, rompe con la dimensión lineal del tiempo.

En Dark, eso se repite: se disloca la noción de tiempo, y luego también de espacio. Pero la serie juega a que, lo que reciben los viajantes, es su propio mensaje de forma invertida. Aquí nos resuena una inquietud que verbaliza Adam: ¿no es raro que sintamos una aversión mayor hacia las personas que más se nos parecen?

Nos introducimos con ello en una noción topológica, a través del neologismo de la extimidad, que Leserre liga con el de Unheimlich, en alusión al texto freudiano. “Como abajo es arriba”, reza la tabla esmeralda que Jona lleva tatuada en sus dorsales. Un siniestro, ominoso, juego del espejo, nos recuerda el texto de Borges, per speculum in aenigmate, donde cita: “los goces de este mundo serían los tormentos del infierno, vistos al revés, en un espejo"[3].

“Odio el goce del otro porque me concierne”. La vía del otro especular, es una vía que puede llevar a lo peor. ¿Podríamos considerar que Jona no puede despegarse de esta vía, lo que lo lleva a encontrarse con su cara más siniestra? ¿Será lo que no soporta del goce del otro, lo que lo lleva a una búsqueda constante de elidir la historia, de borrar lo real, equiparando oscuridad con paraíso?

Jona estaba destinado a convertirse en otro, ¿o siempre fue el mismo?

En el análisis, el tiempo y espacio de la lógica cartesiana quedan revertidas en una dimensión que no apela al cronos clásico, sino al moebius que propone un tiempo éxtimo.

La apuesta se orienta hacia: utilizar la máquina del tiempo inconsciente para bordear aquello imposible de escribir, aquel disco fijo, ilegible, de la letra de goce.

¿Se trata de buscar la verdad del origen/pasado, o de un saber hacer con la historia y sus imposibles?

Qué mejor final que el rastro de los testimonios de quienes han pasado por la siempre inédita experiencia de un análisis.

Agradecemos la imagen a la artista Alicia Leloutre